Nadie vive en este inmenso universo, sin tener a su mano la más ideal y grande manera de convivir con las demás personas, de agrupar los conocimientos propios como los ajenos. Por eso, que el lenguaje es el medio o transporte que nos da esa forma casi automática de compartir el todo, tomando en cuenta la facultad natural de enviar y recibir mensajes. Como lo es la magnífica e invalorable comunicación.
La comunicación nos hace más útiles, además provee el día a día, que poco a poco va ensanchando el mundo del saber en donde quiera que estemos, el entendimiento vuela y se posa en la mejor de las comprensiones. La capacidad de aprehender es gigantesca, no olvidemos que poseemos el cerebro y que jamás se cansa de agarrar el conocimiento este cerca o lejano. Produciendo el agrandamiento de el mas portentoso de los diccionarios.
No caben dudas, que únicamente tenemos que salir a reencontrarnos con el saber, son inmensas las herramientas, para lograr nuestro cometido, existen diferentes vertientes para ir captando los símbolos y signos que producirán el engrandecimiento de nuestra cultura y nos colocara en una posición envidiable, de comprensión de todo aquello que nos rodea. Sin embargo, la dejadez .
De igual manera, tanto los educadores, como los periodistas, deben ser los seres que manejen el lenguaje con el mayor nivel y tino posible, por su noble tarea de trascender más allá del conocimiento, descifrando las partes del todo, y vertiéndolas en los diferentes canales para hacérselos conocer a la ciudadanía en general. Recordemos que somos generadores de conceptos que moldean la conducta de quienes creen en la educación como base fundamental de la civilidad.
Además, los periodistas complementan en algunos casos la labor educativa, en otras, crean opiniones que chocan con lo planteado en los planteles que forman al individuo, por eso, la imperiosa necesidad de estrechar lazos por intermedio del lenguaje, tanto del sistema educativo y los medios de difusión colectivos.
Consecuentemente, se debe reforzar o refundar, la creación de lugares que conlleven al compartimiento y reencuentro de todos los individuos, para generar actos, en donde el buen dialogo, sea el que imponga el paso entre los interlocutores, y de esta manera unir los sentimientos encontrados de todos, sin importar, que tanto, se diferencian en sus opiniones en relación a algún tema en particular, de ahí, surgirá la tolerancia y la prudencia que toda conversación social debe poseer.
En resumen, la comunicación es el acto más poderoso que tiene el ser humano, para compartir estímulos y respuestas, lo prudente es saber que tan poderoso es este instrumento, que mal utilizado crea disturbios y sometimientos de una persona contra otra, que decir, de las naciones que impulsan la hegemonía de su lengua a capa y espada, sin tomar en cuenta que daños producirían en el entorno universal.
La comunicación, es una fuerza que va ensanchando la vida del individuo mientras más conocimientos tenga mejor utilidad tendrá para compartir esos aprendizajes. Entonces hay que agarrar al lenguaje y transformarlo en la llave que abrirá todos los cerrojos y mantener las puertas de par en par para conocer que nuevos conceptos se manejan a lo largo de nuestro universo.