Los deportistas de La Pastora, la capital de la parroquia Cecilio Zubillaga, se sienten desasistidos por completo por parte de quienes dirigen la Alcaldía del municipio Torres, así como también de la gobernación, por cuanto los pocos parques donde deben realizar sus actividades se encuentran abandonados.
Esa es una población que además de azúcar, leche, carne y hortalizas, produce deportistas, algunos con renombre regional y hasta nacional.
Pero La Pastora, durante los últimos años, no ha sido tomada en cuenta cuando se elaboran los presupuestos municipales y regionales para recuperar las pocas instalaciones destinadas a la práctica de beisbol, softbol, fútbol, baloncesto o voleibol, entre otras disciplinas.
La prueba más evidente está en el estadio que sirve de sede a la Escuela de Beisbol Menor Los Turpiales de La Pastora, dirigida por los técnicos Gerardo Marchán y Carlos Rodríguez, además de otros colaboradores preocupados por los niños de la población.
“Aquí desde hace mucho tiempo no recibimos ayuda de ningún ente oficial para mantener el campo, por lo cual nosotros tenemos que realizar actividades con el fin de recabar recursos con los que mantenemos el terreno”, dice Marchán mientras lo señalaba.
El campo necesita con urgencia le construyan la cerca perimetral, pero también la recuperación total de tribunas y dogouts, que prácticamente no existen.
Los familiares de los jugadores no tienen donde sentarse pues las gradas dejan mucho que desear, además los techos están por demás deteriorados y los rayos solares penetran directamente.
La escuela Los Turpiales de La Pastora tiene 68 niños en las categorías infantil, pre-junior y junior. Se encuentra afiliada a la liga Carlos Alberto Santeliz, de la corporación Criollitos de Venezuela y registrada en Fundela.
“Esta es una escuela completamente legal, sin fines de lucro y se mantiene gracias a las colaboraciones de los representantes porque a nivel oficial no se recibe nada”, dijo Gerardo Marchán.
Carlos Rodríguez también llamó la atención sobre la necesidad de una unidad para el transporte de los equipos cuando deben cumplir compromisos en Carora u otras ciudades del estado Lara.
“Nosotros trabajamos con las uñas, únicamente para que esos niños que desean practicar el beisbol y carecen de recursos económicos tengan esa posibilidad, pero necesitamos ayuda de la alcaldía o de Fundela”, manifestó Rodríguez.
Fotos: Luis Salazar