A las ocho de la mañana de este miércoles, habitantes del caserío rural Chorobobo, en el municipio Palavecino, manifestaron su inconformidad por los deficientes servicios de aguas servidas, agua potable, aseo urbano, así como la creciente inseguridad en la zona.
Cerraron con cauchos incendiados, piedras, palos, algunas pipas y otros desechos, dos intersecciones de la carretera vieja vía a Yaritagua.
En la entrada a Chorobobo, frente al caserío La Quebradita y en el cruce a la conocida recta de El Tamarindo, en el sector Marazul.
Vecinos de las mencionadas comunidades salieron con sus pancartas en rechazo a la “deplorable” gestión de la empresa Hidrolara y el Instituto de Servicios Públicos, “que han olvidado a los habitantes de la zona”.
Un canal putrefacto de aguas servidas, corre por unos 200 metros por la margen sur de la carretera vieja vía a Yaritagua, desde La Quebradita hasta Marazul, escenario que mantiene en delicado estado de salud a niños y ancianos del lugar.
Se desbordan las cloacas
A juicio de María Espinoza, residente de La Quebradita, la situación se ha tornado insoportable, toda vez la contaminación cada vez es más patente.
-Ya no es una casa sino cuatro las que presentan colapso de su red de cloacas, desbordándose por los cachimbos, inodoros, lavamanos, bateas y pocetas, agua que hemos tenido que canalizar hasta la carretera, pero sin embargo la inmundicia no se soporta, reseñó la vecina con indignación.
Alertó que a raíz de la dramática situación de insalubridad, los niños comienzan a manifestar infecciones en garganta, ojos, oídos y la piel, además de constantes diarreas y fiebres, cuadros epidemiológicos cuyo tratamiento superan mil bolívares en un ambulatorio.
Hidrolara conoce del caso
Indicó Espinoza, que la Gerencia de Mantenimiento de Hidrolara tiene pleno conocimiento del caso, pues producto de la obstrucción de la red de aguas servidas, se vieron obligados a suspender las actividades académicas en la escuela de Chorobobo durante una semana.
-Hidrolara envió un camión Vactor para extraer las aguas negras de las tuberías obstruidas de la escuela, pero nada hicieron con las cloacas de Chorobobo y La Quebradita, apuntó.
Ciudadanos de segunda
Rosa Martínez, habitante de Chorobobo, criticó duramente la “ineptitud de Hidrolara y la Alcaldía de Palavecino”.
-Estamos sufriendo el abandono tanto del gobierno de Henri Falcón como el de Richard Coroba. Ninguno ha aportado por aquí, señaló al tiempo que reprochó que los residentes de la zona rural “no somos ciudadanos de segunda”.
Dijo que la acumulación de basura, hasta por tres semanas, es otro de los padecimientos más marcados del lugar.
