Los «diablos danzantes» del Corpus Christi fueron declarados el jueves Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en una reunión en la sede en París de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El esperado veredicto del Comité intergubernamental para la salvaguardia del patrimonio inmaterial se realizó en presencia de una fuerte delegación venezolana, entre ellos una veintena de estos «diablos danzantes», que esperaban desde la víspera en el edificio de la UNESCO esta decisión, aplazada debido a que la sesión duró la víspera más de lo previsto.
Capitanes de cofradías de «diablos danzantes» de Corpus Christi ofrecieron ejemplos ante la cumbre de la ONU de estos ritos religosos tradicionales, que tienen lugar el noveno jueves después del Jueves Santo, para apoyar su candidatura.
El Comité intergubernamental está reunido desde el martes en la sede de la UNESCO para examinar más de 36 candidaturas de prácticas y tradiciones que aspiran a enriquecer la «lista representativa del patrimonio cultural inmaterial».
El miércoles, las fiestas de «San Pacho» en Colombia, los frenéticos ritmos del «frevo» de Brasil, el tejido del sombrero de paja toquilla de Ecuador y la fiesta de San Ignacio de Moxos en Bolivia fueron inscritos en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, y el jueves ingresaron en la lista la Fiesta de los Patios de Córdoba, en España.
Formado por 24 países, el Comité Intergubernamental, entre los que se encuentra España, ha examinado en esta cumbre más de 36 candidaturas de prácticas y tradiciones que aspiran a enriquecer la «lista representativa del patrimonio cultural inmaterial».
El patrimonio cultural inmaterial designa prácticas y expresiones transmitidas de generación en generación, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativas a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
Además, han sido inscritos en esta Lista el fest-noz, un festival de danza de Bretaña, en el noroeste de Francia, el violín de Cremona, en Italia, y las marchas militares belgas, entre otros.