El torneo Apertura está definido. Pese a faltar una fecha para el final del calendario, el Deportivo Anzoátegui se exhibe como flamante campeón del certamen, mientras que CD Lara batalla por terminar dentro de los tres primeros puestos.
La oncena crepuscular superó la barrera de los 30 puntos, pero no alcanzó para levantar el trofeo de campeón por tercer semestre corrido. Pero –nadie lo duda- fue un torneo positivo, aunque con un lunar por el hecho de no hacer respetar la casa.
Nada qué reprochar a los guerreros del conjunto rojinegro. Por el contrario, son merecedores de elogios por mantener un nivel alto en el aspecto deportivo, pese a bregar con la zozobra y la incertidumbre por la falta de dinero y la inestabilidad que eso generó.
Ahora bien, no deja de ser agridulce. Por un lado hay alegría por terminar con más de 30 puntos, pero por el otro un mal sabor por haber tenido el título en las manos, pero no saber ganar los partidos claves en casa.
El delantero José “Buda” Torrealba tiene su lectura. Le atribuye a la falta de efectividad el no haber terminado más arriba en la tabla o al menos llegar a la última fecha con posibilidades abiertas.
“Yo creo que fue el no haber concretado las opciones”, soltó el acarigüeño cuando se le interrogó qué factor pesó para que no se dieran menores resultados.
La tropa crepuscular venía de dos torneos en que superó la treintena de goles, pero en esta ocasión –a falta de un partido- redondea mucho menos: 23.
Fue una constante ver al equipo con manejo del balón y volcado siempre al ataque, pero sin poder traducir el peligro en gol.
Recuerda, por ejemplo, que en la primera fecha, cuando cayó derrotado a manos de Anzoátegui en Cabudare, dominó el balón, pero cedió 1-2. Claro que en ese partido ocurrieron situaciones con los árbitros que terminaron por tener un peso importante.
Ahora, el partido que le duele a Torrealba es de la tercera jornada frente a Aragua, un equipo al que tenía la obligación de doblegar. “Contra Aragua fuimos completamente los que controlamos el partido, pero no pudimos concretar las ocasiones… influyó mucho el no haber tenido la efectividad que tuvo el equipo en la temporada anterior”.
Nadie se marcha
Los jugadores han recibido siete meses de salario con los recientes aportes de entes públicos y privados, patrocinantes del equipo, y el ánimo dentro de la escuadra levanta, incluso ya con planes de cara a la próxima temporada.
Torrealba indicó que dentro de las conversaciones que se suscitan en el camerino no se ha hablado de una estampida de jugadores, sino que, por el contrario, todos quieren quedarse y hacerle frente al reto de la Copa Libertadores y tratar de ganar el Clausura.
“Para nada se habla de que vayan a emigrar jugadores. No sé si después vaya a cambiar la situación, pero a voz populi aquí se habla de continuidad, de querer revertir lo que no pudimos hacer ahorita y tal vez lograrlo el semestre que viene. Queremos hacer una buena copa y todo el mundo habla de prepararse mejor, esperando que no vuelvan los problemas económicos y enfocarnos netamente en lo deportivo”.
El equipo cierra su actuación en el Apertura con una difícil visita –el domingo- ante Mineros de Guayana, que desde enero será entrenador por Richard Páez.
Foto: Daniel Báez