Sin poder dar el batazo clave con gente en posición anotadora, Cardenales de Lara dilapidó oportunidades, una y otra vez, de mover la pizarra y, limitado a cinco hits, terminó por ceder una derrota 2-1 ante Navegantes del Magallanes en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez, lo que le impidió tomar otra cuota de ventaja sobre sus rivales en la batalla por el quinto lugar de la clasificación.
Pese a conectar pocos hits, la toletería larense tuvo movimiento en las bases en todos los innings –salvo el cuarto- pero no pudo carburar cuando dispuso la oportunidad de concretar un racimo y despegarse en el marcador, justo en una jornada en la que los monticulistas hicieron un gran trabajo, con apenas dos carreras aceptadas ante un equipo muy bateador como Magallanes.
En total, la tropa crepuscular dejó a diez hombres en bases, tres de ellos en el tercer episodio. Un detalle importante es que el manager del equipo visitante (Luis Sojo) no le quiso lanzar y le concedió boletos, dos de ellos disimulados, en tres de sus cuatro turnos.
La única carrera de los crepusculares fue empujada por José Celestino López con un elevado de sacrificio –en el tercero- pero no pudo responder ante el desafío planteado por Sojo en el par de ocasiones que decidió bolear a Jiménez y enfrentar al antesalista.
López, con tres en bases, elevó a la izquierda, y cumplió el trabajo, pero se requería de otro tipo de batazo para por lo menos fletar dos. Y luego, en situación similar, con hombres en primera y segunda, abanicó la brisa, cuando se buscaba la carrera del empate, eso en el séptimo acto.
Dormidos los bates, la tarea de comenzar la semana con pie derecho fue fallida, aunque con el alivio de estar todavía en el quinto lugar de la tabla, que ofrece el último cupo hacia la fiesta de enero.
En descargo de Cardenales, debe decirse que le tocó bregar con un lanzador incómodo como Carlos Zambrano, quien hizo lucir su cartel de grandeliga en el parque barquisimetano y se mostró dominante en cinco entradas de labor, con apenas dos hits permitidos. El “Toro” estuvo centrado, al margen de los arrebatos de ira que suelen perjudicarlo, y cerró una gran apertura, que, además, le reportó su primer lauro de la campaña, después de ser castigado en su partido de estreno con el uniforme de Magallanes.
De otro lado, también se registró una gran actuación monticular, obra de Brian Sweeney, quien, pese a recibir las dos anotaciones eléctricas, lució muy bien desde el morrito.
A Sweeney le hicieron la primera carrera en el mismo primer episodio y luego de dos outs. El derecho retiró a Darwin Pérez y José Altuve, pero Juan Rivera conectó doblete y Carlos Maldonado le siguió con hit impulsor. 1-0 ganaba la novena turca.
En el segundo acto, Luis Valbuena –el único que pudo conectarle sólido a Zambrano- abrió con una línea por todo el centro que se estrelló de lleno contra la barda y se instaló en segunda base, pero no pudo moverse de allí al fallar de manera seguida Robert Pérez, Johan Limonta y José Yépez.
El empate llegó en la tercera entrada mediante el citado elevado de sacrificio de López, pero era una entrada para más carreras. Lara tuvo situación de tres en bases en dos oportunidades, la primera con López y la otra por medio de Robert Pérez, que se ponchó con una recta de 92 millas de Zambrano. Ahí se le escapó el juego a los alados.
Magallanes, que tampoco bateó mucho pero fue más oportuno, rompió el empate en el sexto, gracias a un sencillo de Rivera –el hombre grande de la noche- que remolcó desde la intermedia a Darwin Pérez e hizo avanzar a José Altuve. El peligro no se despejaba del todo, pero apareció Richard Castillo –en reemplazo de Sweeney- para obligar a Maldonado a dar un rolling para doble play y salir de la entrada sin recibir más daño.
Foto: Luis Salazar
