A Desirée Palacios y Rafael Ramos Nàpoles, poetas de mi afecto.
En 1895, Faustino Parra, nacido entre Cocorote y San Pablo del estado Yaracuy, fue un bandido amante de la sangre y la violencia, con razón o sin razón. En todos los caminos de la zona tropezaban las cruces, debajo, el recuerdo de algún viajero que pasaba en su carreta. ¡Lo mató “Faustino Parra”! contesta el eco del viento yaracuyano. Mataba y huía a la montaña, la policía no podía encontrarlo, el miedo cundía en las sombras y en su cabalgadura monte adentro desaparecía.
El poeta Manuel Rodríguez Cárdenas, define su perfil así:
“Negro el pelo, negro el rostro
negra su mala intención
negro el fusil recortado
de negra repetición,
negros los ojos, negros
como punto suspensivos
de una sola admiración.
El que cuentan las historias
que el plomo nunca le entró,
porque tenía sobre el pecho
una cruz de palosanto
que María Lionza le dio”.
Pero un día el amor o el diablo lo tentó, al buscar a una mujer y llevársela a la montaña y perder la desconfianza acercándola poco a poco a la ciudad. La mujer de Faustino venía al pueblo en busca de comida, siendo convencida por la autoridad de revelar el sitio donde dormía con su amante.
Un día le enviaron con ella una botella de ron preparada por el boticario, él la bebió y quedó dormido para nunca despertar sobre aquella montaña que lo protegía. La sangre salpicó trágicamente. Así terminó la vida de Faustino Parra el de la mala intención.
Entre octubre y noviembre de este año 2012, en pleno siglo XXI cuandono abundan las carretas si no los motores a reacción y hasta hay paseos a la luna, una mujer malsana del norte de los Estados Unidos, causa la renuncia de David Petraeus, director de la poderosa agencia de inteligencia más importante del planeta, tras haber liberado la misión de la OTAN en Afganistán y haberse retirado como general con rango de cuatro estrellas, siendo reconocido como uno de los generales más destacados de EEUU, artífice principal de la salida airosa del ejército americano. Esta renuncia al cargo tiene como causa la relación extramatrimonial con Paula Broadwell, quien es coautora de una favorable biografía a su personalidad, pasando largas horas de entrevista al héroe de la guerra de Irak para su libro. Aparentemente una posible indiscreción en los correos electrónicos desata los lazos del amor con un verdadero escándalo marital americano.
Vemos en esta pequeña crónica, como la intervención de la mujer malsana contra su amante no en la carreta ni en el fusil de Faustino Parra, sino con la intervención del moderno invento del momento como es la computadora, son copartícipes en noticias importantes. Una en 1895 en una población de Venezuela y la otra en pleno 2012, del siglo XXI en la capital de la mayor potencia mundial.
Con la seriedad de estos relatos, refiero también el humor de los poetas en el Concurso Internacional del Humor celebrando recientemente en Brasil, así la poeta larense Desirée Palacios en su premio en Trovas decía:
“Por no tener buen humor
a mí los cuernos pusieron,
vivo ahora con temblor
porque la cara me vieron”
Y el poeta mirandino Ramos Nápoles, en otra Trova galardonada decía:
“Se marchó cual mismo chango
con su humor a mala hora,
pisó una concha de mango
y se rompió la totora”.
