De acuerdo a un trabajo bibliográfico publicado por Paul G. Auguaerter, John Dove y Philip A. Mackowiak titulado Simón Bolivar´s Medical Labyrinth: (El Laberinto Médico de Simón Bolívar) según el cual, su muerte se debió a una TBCP cabalgando con una Blastomicosis Suramericana.
Por la cortedad del espacio, debo referirme a esta grave micosis profunda, producida por un hongo dimorfo llamado Paracoccidioides brasiliensis; descubierto por tres microbiólogos brasileiros entre 1908 y 1928; por lo que se le conoce como Enfermedad de Lutz, Splendore y Almeida, hoy llamada Blastomicosis Suramericana.
Floriano De Almeida (1898-1977) fue un honorable y eminente investigador brasileiro, fundador de la Cátedra de Microbiología Médica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carabobo, el año 1959, cuando estaba recién abierta nuestra dilecta Universidad de Carabobo (1958). Por ello, amén de que nos dio sus magistrales clases a los que en ese momento constituiríamos su Primera Promoción de Médicos Cirujanos (1958-1964); confieso que con él di mis primeros pasos en el campo de la microbiología.
De igual forma, en el ejercicio de mi profesión como médico microbiólogo clínico, he tenido la suerte de diagnosticar a esa enfermedad, al observar en las lesiones de los pacientes, las que a primera vista simulan un cáncer de labios o de faringe; su típica morfología de levadura multibrotante, que le da el clásico aspecto de Timón de Barco; enfermedad que es endémica en algunos estados de Venezuela, especialmente donde se efectúan labores de agricultura y cultivo de caña y café, ya que el hábitat de este hongo es la tierra, donde se le encuentra en forma de hifas, portadoras de unas brotaciones llamadas propángulos o conidias, que son las que nos infectan, bien por su inhalación o por el hábito de los agricultores de colocarse pajillas como escarbadientes y mantenerlas en la boca (no lo hagan ustedes).
Por razones obvias no expondré toda la patología, pero una vez que llega a los pulmones y encuentra una temperatura corporal de 37ºC, se transforma en una levadura multibrotante patógena, de allí su diformismo; tal como el histoplasma, del cual ya hablé en el tema anterior, pues en la naturaleza a 25ºC sólo existe como hifas filamentadas que no se encuentran en el humano infectado y en el pulmón a 37ºC, se transforma en levaduras multibrotantes que van a producir graves lesiones granulomatosas, que “muy rara vez se calcifican” y tan igual como en la tuberculosis van a producir con el tiempo fiebre, malestar general, tos con expectoración mucosa en oportunidad simulando una hemoptisis, pérdida de peso sin llegar a la consunción, pero puede confundirnos con una TBCP, donde las expectoraciones y el contacto con el enfermo no son contagiosas; pero si va a condicionar lesiones granulomatosas aframbuezadas en toda la mucosa oro-faríngea: labios, nariz y encías, las cuales condicionan pérdida de algunos dientes, lesiones que son muy ricas en dichas levaduras, lo cual facilita su diagnóstico por un examen directo en fresco de estas secreciones, al colocarlas sobre portaobjeto, donde veremos las clásicas levaduras en Timón de Barco de una 10 a 30 micras.
La confirmación definitiva se hace por biopsia y cultivo en Saboureaud a 25ºc y 37ºc para confirmar su dimorfismo. Recordándoles, el que así como para la TBCP, tenemos la intradermorreacción al PPD, también contamos con la Histoplasmina y la Paracoccidioidina” estando incluido el PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa). Volviendo a su clínica, este hongo es muy invasivo, por lo que suele dañar: tejido óseo, suprarrenales, hígado, páncreas, bazo etc; como causales de la muerte; muy similar al de la Histoplasmosis (ambas hoy día curables). Pero en el caso del Libertador, él no presentó lesiones mucosas de la orofaringe, no tuvo perdida de su dentadura y el Dr Reverend no describió lesiones destructivas a este nivel ni en otras vísceras, por ello, no es factible la simbiosis TBCP-Blastomicosis como causa de muerte por consunción del Libertador.
Reconociendo como microbiólogo, el que hoy esas simbiosis son factibles. De igual forma, insisto en el ¿por qué?, no se efectuó la técnica del PCR en la concrescencia calcárea aportada por el Dr Revérend y haber dejado en PAZ los restos del Libertador. ¡Voilá!
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