En las calles de las diferentes ciudades del estado Lara ya es habitual observar cientos de bolsas apostadas esperando a ser recogidas por el servicio de aseo urbano. En el caso de la ciudad de Barquisimeto, la tarea depende del Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario (Imaubar).
Esto es lo que se registra en las urbanizaciones Los Cardones y La Rosaleda, contiguas y ubicadas en el este de la capital larense, donde sus calles son “inundadas” de desperdicios contenidos en cestos y bolsas. Carmen Nieri y Alejandra Bracho, residen en El Portal, acceso 7 del sector Los Cardones, en la transversal número 2, y ofrecieron los testimonios que dan fe de la situación presentada. “Antes pasaban a diario, de lunes a sábado; ahora, tiene desde el pasado sábado que no pasan por la zona”, indicó Nieri.
Al parecer, las irregularidades en este sistema parecen volverse cotidianas, según las declaraciones de las vecinas, quienes expresaron que este servicio ha desmejorado mucho en los últimos tiempos. Bracho denunció que a pesar de las fallas reseñadas en el servicio de la recolección de los desperdicios, lo cobran mensualmente en los recibos que llegan a su casa. “Es más caro que la luz y sumamente ineficiente, pagamos hasta más de cien bolívares por algo que no pasa”, sentenció.
Además del aseo urbano, quienes ofrecieron sus testimonios indicaron que la situación de inseguridad que se vive en el sector se ha vuelto “delicado”. “Tenemos que vivir encerradas, pendientes de cuando se entra o se sale de las casas, porque siempre roban por esta zona”, expresó Bracho.
“Tenemos mucha inseguridad a pesar de contar con tres módulos policiales en diferentes partes del sector”, prosiguió la representante de la comunidad. En la zona existen dos módulos de la Policía del estado Lara, así como también uno de la Policía Municipal, los cuales, a juicio de las declarantes “son insuficientes”.
Por último, las damas indican que la zona es usada por personas afectas a una tendencia política para amedrentar a los vecinos. Hay paredes de casas marcadas que reflejan esta situación.
Fotos: Ángel Zambrano