El inicio del año escolar trajo consigo nuevas esperanzas para la comunidad educativa de la Escuela Bolivariana Estadal Argimiro Bracamonte II, en el sector Sabana Grande de la parroquia El Cují, porque se pensaba que el Programa de Alimentación Escolar (PAE) comenzaría a funcionar con normalidad.
Sin embargo, hasta la fecha son muchos los obstáculos que han debido sortear para mantener a flote el beneficio escolar.
El principal inconveniente es la falta de madres colaboradoras que se encarguen de la preparación de alimentos, lo cual se tradujo en una pérdida notable de alimentos perecederos como las frutas, las verduras y las hortalizas. Situación que se pudo corroborar el martes en la mañana, debido a los sacos de verduras dañadas ubicados a un costado de la institución, a la espera del camión del aseo urbano.
Al conversar con el personal, se supo que esos alimentos llegaron la semana pasada a través de la cooperativa que se encarga de llevar los sacos a la puerta del plantel. En vista de la falta de refrigeración y su inutilización, se pudrieron.
En el plantel deberían trabajar unas tres madres procesadoras, como mínimo, pero sólo queda una. Las otras se fueron por la baja remuneración.
Las docentes expresaron que el lunes intentaron recuperar la mayor cantidad posible de verduras, las colocaron en bolsas y se las dieron a los niños; tal y como hacían el año escolar pasado, debido a la inexistencia de un comedor y de refrigeradores.
Noris Torrealba y Carla Parra, maestras del plantel, contaron que solo tienen un congelador para almacenar los productos cárnicos y un enfriado r para las pulpas de frutas, los embutidos y quesos.
Relataron que otro de los problemas para el funcionamiento del PAE obedece a la falta de colaboración de los padres y representantes para el traslado de la carne, el pollo y los víveres desde Pdval, ubicado en la Zona Industrial II de Barquisimeto, hasta la institución ubicada en el norte de la ciudad.
Se conoció que hoy se llevará a cabo una asamblea de padres y representantes, convocada por el personal de la escuela con el fin de designar a un nuevo grupo de madres que deseen laborar en el comedor. En tal sentido, esperan que la asistencia sea masiva, para poder reestablecer el servicio a los 215 niños del plantel.
Fotos: Dedwison Álvarez
