#Opinión: Cómo evitamos problemas. Por: Rafael Torres

Iniciamos, con lo que nos dice el refranero popular, el consejero, el experimentado, “cuídate que yo te cuidaré”; “no tenemos quien nos cuide”; “el que no oye consejo, no llega a viejo”; “no hay peor sordo que el que no quiere oír”; “seguro mató a confiao”; “el que se mete a redentor muere crucificado”. Es decir, nos faltaría espacio, para continuar con los consejos del refranero. Ahora bien, como complemento, a la inseguridad, tenemos, la ineficiencia, por parte de los encargados de impartir justicia.
Es decir, tanto el porfiado, el empecinado, el insistente, el testarudo, el terco, el importuno, como la mala justicia que tenemos, hacen que se siga abultando, aumentando, elevando, alargando, acrecentando, los altos índices de personas asesinada, a diario, en Venezuela, a causa de las malas políticas y estrategias del gobierno nacional, en materia de seguridad. De manera que, a continuación, les presento algunas sugerencias, para que no sea víctima o presa fácil de los indeseables de este país, de los delincuentes, que para lo único que sirven es para llevar tristeza, luto, amargura y desconsolación, a los hogares venezolanos. También, pudieran servir para los policías, que también, son víctimas, en los últimos tiempos.
Debe recogerse bien temprano, es decir, del trabajo a la casa, o quienes anden en la calle. Celebrar los cumpleaños en su casa, aunque a veces, ni eso funciona. No se ponga a discutir con nadie en la calle, andando a pie, en moto o en vehículo, porque hoy en día, todo el mundo anda armado y dispuesto a asesinar. No salga a la farmacia de noche, utilice remedios caseros o solicite ayuda de algún vecino honesto. Si anda armado no exhiba el armamento, no sabe quien lo está mirando y lo pueden señalar. No se resista al atraco, porque usted no es el hombre de hierro, recuerde lo material se puede recuperar, pero no la vida. Trate de no ir mucho a los bancos a retirar dinero, utilice la tecnología avanzada. Mantenga las puertas de su hogar con llave.
Mucha precaución al manejar y quien le toca la puerta o el timbre de su casa. No le de mucha comida a su perro por las noches, para que el delincuente que entre con malas intenciones a su casa, éste le sirva de alimento a su perro o por lo menos le deje unas buenas marcas, para toda su vida. De varias vueltas por su casa antes de entrar, si anda en su automóvil, y llame para que le abran el portón, con la velocidad de un rayo. Si usted ve que tiene la bonita oportunidad de defenderse, hágalo, para que no pase a engordar la larga lista de asesinatos. No se detenga, en el trayecto, de su trabajo a la casa, porque lo pueden estar cazando o por mala suerte se antojaron de usted o su vehículo. Los estudiantes, al salir de clase, irse, derechitos, hasta su casa.
El policía, tratar de no exhibir mucho con el uniforme, es decir, andar, la mayor parte del tiempo o cuando pueda hacerlo, en ropa de civil. El taxista, buscar otra cosa que hacer, menos de taxista. No sea en la calle, igual, como lo es en su casa, descuidado, tranquilo, mire para todos lados y desconfíe de todo el mundo. En caso, que alguien te llame a la puerta de tu casa a cualquier hora, en especial, a la media noche, no hagas caso, no te asomes, no respondas, porque te pueden efectuar disparos, como sucedió en el mes de febrero de 2011, en la peligrosa Urbanización “Yucatán”, en contra de un docente, activo, de manos de un criminal, que anda libre y protegido por la justicia venezolana y por la junta de condominio de dicha urbanización.
En conclusión, si usted toma muy en cuenta, éstas y otras medidas de protección, por su seguridad y la de los suyos, incluyendo sus bienes materiales, estará contribuyendo, de alguna manera, en que el índice de inseguridad baje, considerablemente, y el delincuente se verá en la obligación de buscarse otro trabajo o desaparecer o extinguirse de este mundo. Inclusive, existirán menos policías y el gobierno nacional invertiría más en las escuelas, en las vías terrestres, en la alimentación, en la vivienda, y otras cosas más importante, que en lugar de invertir en armamentos, tanques de guerra, uniformes, gas del bueno, entre otras cosas innecesarias. Tendríamos el mejor país del mundo y no como el que tenemos hoy en día, echo, todo un desastre.
Por eso alguien dijo lo siguiente:” Unos segundos de reflexión pueden evitarnos días enteros de arrepentimiento.