#Opinión: ¿Para qué escribimos?. Por: William Amaro Gutiérrez

Reflexión
Muy buena pregunta, cuando se celebra el día del escritor ahorita el 29 de noviembre. Por cuanto hay lectores que quisieran que el escritor, articulista o columnista de un diario, escribiera para su satisfacción personal. Se molestan al no conseguir en los escritos que leen lo que quieren y siguen de largo. Esperan que todo lo que se escriba satisfaga sus deseos y no puede ser. Creemos, que las opiniones impresas en los diarios, son para reflexionar y si se trata del mensaje de Cristo, para reflexionar y cambiar.
Si se escribiera, solo para tener a la gente contenta, los temas se volverían repetitivos y fastidiosos. En política sucede. Pero incluso allí, los planteamientos cambian, como cambia la dinámica nacional. En Venezuela, por ejemplo, la prensa, por la fuerza de una realidad, se polarizó. Se volvieron portavoces a favor o en contra de una corriente ideológica. Gracias a Dios el Diario El Impulso ha dado cabida para opiniones diversas.
En nuestro caso es distinto. Mientras casi todos hablan de verdades, que pueden ser relativas, aquí hablamos de verdades absolutas. La verdad será relativa de acuerdo al cristal político o ideológico que se le mire. Pero nosotros, al hablar en función a lo que Dios dice en su palabra, no cabe lo relativo. Cuando argumentamos de manera firme, los planteamientos, en la palabra de Dios, sustentados con textos en su debido contexto y apoyados en el Espíritu de Profecía, es una verdad absoluta. Y por supuesto no es nuestra, es de Dios.
El problema que se les presenta a quienes adversan nuestros planteamientos, es que tratan de aplicar razonamientos sociológicos, sicológicos o filosóficos al Evangelio. Y no los criticamos. Pero es una visión escuetamente humana, que nunca estará por encima de lo que dice Dios. “Lo que también hablamos, no con palabras de humana sabiduría, sino con doctrina del Espíritu, expresando verdades espirituales en palabras espirituales. Pero el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque le son necedad; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente..1Cor.2:13-15. !Esa es la clave!
Y si son cristianos, que escarban en los cimientos de una profunda erudición. Se pierden en la excavación al obviar la verdad sencilla. Creen, que el conocimiento “perfecto” de los misterios bíblicos los coloca por encima de los demás. Se sienten “el mayor” en el reino de los cielos. Entonces Jesús les dice «Os aseguro, que si no os cambiáis y os volvéis como niños, jamás entraréis en el reino de los cielos. «Así, el que se humilla como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.» Mat.18:3-5. ¿Qué les parece? El cristiano verdadero, sin abandonar su visión humana, sobrepasa los planteamientos de la filosofía humanista. La esencia de su existencia es predicar de la inminente venida de Jesús, el arrepentimiento, el perdón de los pecados, la Salvación y la Vida Eterna. !Para eso escribimos!.
Un ejemplo, es la orientación que le damos al tema político. Creo no nos compete. No es nuestro trabajo. Y en otro orden de ideas, el tema de que el alma es inmortal. Que al morir se va a algún sitio y eso no es bíblico. El primer sermón de la inmortalidad del alma se lo predicó el Diablo a Eva en el Edén. Y ahora se escucha en casi todos los púlpitos cristianos. Dios le dijo a Adán acerca del árbol del conocimiento: «El día que de él comieres, ciertamente morirás». «Entonces la serpiente dijo a la mujer: no moriréis» (Gen. 2: 17). Adán y Eva oyeron y creyeron a una voz que no era la de Dios. Desobedecieron y murieron. Y a pesar de esa realidad, el error se mantiene. «El alma que pecare, esa morirá» (Eze. 18: 20). “Hay esperanza para todo el que está entre los vivos,… saben que han de morir, pero los muertos nada saben,…Ecle.9:5,6.“Sale su aliento, vuelven a la tierra. En ese mismo día perecen sus pensamientos”.Sal.146:4.
Hay gente que quiere leer solo lo que les satisface, pero la vida no es así, y menos el Evangelio del Señor. Dios quiere que abramos nuestro entendimiento o no lo entenderemos nunca. «Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa, y cenaré con él, y él conmigo.” Y luego promete. “Al que venza, le daré que se siente conmigo en mi trono; así como he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.” Apoc.3:20,21 ¿Qué espera? ¡Abra la puerta! !Hasta el martes, Dios mediante! “Creo firmemente que este Libro es la roca inconmovible de las Sagradas Escrituras y estoy dispuesto a arriesgar mi vida por esta verdad” Guillermo E. Gladstone. Primer ministro británico del siglo XIX. [email protected]