El Club Deportivo Lara superó la barrera de los 30 puntos por tercer torneo consecutivo, pero, pese a rescatar un valioso empate en casa del Monagas, quedó en situación complicada y con posibilidades reducidas de hacerse con el título del Apertura 2012, al distanciarse seis puntos del liderato, cuando restan apenas dos fechas para el final del certamen.
El eterno e incansable delantero Rafael Castellín, en otra tarde de gloria, respondió con un doblete para permitirle a la oncena crepuscular salvar un punto sobre la hora y mantener intactas sus posibilidades matemáticas. Claro que lo ideal era traerse los tres puntos, pero, como lo anticipaban los jugadores e integrantes del cuerpo técnico, Monagas se puso difícil y llegó a remontar un marcador adverso, hasta coquetear con la victoria.
Castellín marcó el primero de la tarde –que puso adelante a los crepusculares- y apareció nuevamente al 90+2, en tiempo agregado, para decretar el empate, con su sexto tanto del semestre y en Maturín, su tierra de nacimiento.
Fue un resultado agridulce. Por un lado, la alegría de rescatar un partido que casi terminaba en derrota, pero por el otro, sabor amargo, la desazón de perder terreno con el Anzoátegui, sólido líder del torneo que dio un paso gigante al ganarle como visitante a un equipo de jerarquía como Mineros.
El chance está ahí –es cierto- pero se necesita de una poco probable combinación de resultados para festejar por tercer semestre al hilo. El CD Lara debe ganar los partidos que le restan por amplia diferencia de goles y ligar caídas del conjunto de Puerto La Cruz y del Caracas, ocupante de la segunda casilla. Palabras más, palabras menos, una tarea harto difícil.
Pero, al margen de las escasas opciones, el cuadro larense tiene razones para no bajar la guardia y buscar la victoria en los dos partidos que le restan, ante Táchira en casa el próximo domingo y frente a Mineros en el cierre del Apertura.
Terminar con la mayor cantidad de puntos -36 si cierra con par de triunfos- significará anotarse, por anticipado, en la carrera por el boleto a la ronda previa de la Copa Libertadores, aquel que se otorga al conjunto mejor posicionado en la tabla acumulada que no haya ganado Apertura o Clausura.
Lo decía Lenín Bastidas, asistente técnico, semanas atrás. “Nosotros pensamos en terminar lo mejor posible porque sabemos que los puntos logrados en el Apertura siempre permiten optar por el cupo a la ronda previa de la Libertadores. Más allá de si podemos lograr el título o no, queremos cerrar bien”.
Sin importar lo que ocurra en otros escenarios –el Anzoátegui tiene la posibilidad de titularse si vence al Real Esppor- el conjunto rojinegro debe salir a buscar la victoria frente a Táchira en un duelo que –ingrediente e interés adicional- supondrá la última salida en casa por 2012, a la espera de que se resuelvan los problemas extracancha y permitan al equipo continuar sin problemas en el siguiente semestre.
Como local el cuadro de Eduardo Saragó ha dado muchas ventajas, pero en el partido del domingo tiene la obligación de sumar los tres puntos, como si se tratara de una final. Terminar entre los tres primeros será un éxito para la oncena, en medio de la difícil situación que ha vivido producto de la inestabilidad por el tema económico.
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