Una vez más un buen número de familias, trabajadoras del campo en su mayoría, quedaron imposibilitadas de trasladarse a Sabana de Parra, Urachiche, Chivacoa o San Felipe debido a la crecida que durante la tarde del domingo registró la quebrada Las Moras, en las cercanías del caserío La Blanquera.
“Esto nos pasa tan pronto cae un aguacerito. El agua sube más de un metro en el paso y no podemos cruzar porque nos arrastra la corriente”, dijo Rodolfo Montero, vecino de Platanales, uno de los caseríos que junto a otros, están afectados por esa situación.
Explicó que el domingo estuvo lloviendo durante más de cuatro horas sobre los municipios Páez y Peña y, además de Las Moras también creció otra quebrada llamada La Cruz.
A causa de ello muchas personas debieron pasar la mayor parte de la noche en uno u otro extremo, esperando bajaran las aguas para poder pasar.
-¿Es el único paso?
-No, tenemos el de Mayurupí, pero como el sitio está muy malo los ladrones aprovechan para atracarnos y quitarnos las motos y todo lo que cargamos de valor.
Néstor Arias, otro de los habitantes de Platanales, confirmó lo dicho por Montero, agregando que llevan años exigiendo a la gobernación o a las alcaldías de Páez y Peña les solucionen el problema pero en todas partes les dicen que no hay recursos.
Afirmó que en algunas oportunidades desde la Alcaldía de Sabana de Parra les mandan una máquina para acondicionar en parte el paso pero al llover nuevamente se presenta el problema.
Este lunes, hasta el mediodía no se había presentado funcionario alguno de las alcaldías o de la gobernación, salvo unos obreros voluntarios de la zona que a pico y pala se dedicaban a retirar un poco de tierra para que pudieran pasar los vehículos, aunque sólo los altos.
“Toda la vida hemos tenido este problema y ya es tiempo que desde la gobernación se decidan a meterle la mano porque somos muchas familias las afectadas”, dijo Arias.
En la zona de Platanales, Uribeque y los otros caseríos de la zona limítrofe de los municipios Páez y Peña se produce maíz, pimentón, tomate, naranjas, mandarinas y hasta leche de vaca y cuando estas quebradas crecen no pueden sacar nada a los mercados.
Luis José Ordóñez, otro de los afectados, también de Platanales, se pronunció por la construcción de un puente ya que la batea que construyeron en Las Moras se la llevó la corriente hace algún tiempo y llegaron a la conclusión de que hacer otra no era lo más recomendable pues correría la misma suerte.
“Quienes vivimos del otro lado estamos molestos porque al llover no podemos salir; tenemos que esperar a que baje el agua para pasar”, enfatizó Ordóñez.
El problema no sólo se presenta en Las Moras pues a poca distancia está la otra quebrada, La Cruz, que aún conserva la batea de concreto construida hace algunos años, pero está en peligro pues, a causa de la falta de mantenimiento ya presenta algunas socavaciones en sus bases y con alguna crecida podría ceder también la placa de rodamiento y la situación se agravaría a los vecinos de Platanales, Uribeque y de los otros caseríos de esa zona del oeste del estado Yaracuy.
El luchador social y ex-concejal Pedro Fernández estuvo una vez más en el lugar y constató la gravedad del problema.
Habló con los mototaxistas que tuvieron que abrir una trocha alterna para poder pasar y trasladar a quienes no podían viajar en otros vehículos y escuchó sus planteamientos.
“Este es un problema que compete a las alcaldías de Páez y Peña, pero principalmente a la gobernación pues la única solución es la construcción de un puente para que cerca de cinco mil personas que viven o trabajan en la zona sur de estos municipios tengan seguridad de poder salir o entrar aunque esté lloviendo”, manifestó.
Consideró inaceptable que hasta el mediodía de este lunes no se hubiese presentado ningún funcionario para tomar nota del problema y al menos gestionar una máquina para acondicionar el paso, aunque sea de manera provisional.
Fotos: Luis Salazar
