#Opinión: Desafío a toda nación Por: Ambrosio Perera Briceño

Para poner de manifiesto el desafío que se impone a toda nación, frente a la dura tarea de tener la paz y evitar la violencia y la guerra, es necesario que penetre el verdadero espíritu de la paz a nivel de los hombres políticos, y de medios que dependen de ellos, para dar los pasos decisivos hacia la paz o, al contrario, a la prolongación de las situaciones de violencia que son el camino propicio para llegar a la guerra, que es destrucción total y muerte de miles o millones, y la carencia de todo bienestar, para que al final acuerden cómo conjuntamente rescatar a un país en ruina física y moral, tarea que se puede realizar sin pasar por tanto tormento humano.
Los pasos iniciales para lograr una vida en paz es necesario que se apoyen, como mínimo, sobre principios elementales, pero seguros, como son los siguientes:
1. Las cosas de los hombres deben ser tratadas con humanidad y no por la violencia y el odio;
2. Las tensiones, las contiendas y los conflictos deben ser arreglados por negociaciones razonables y no por la fuerza;
3. Las oposiciones ideológicas deben confrontarse en clima de diálogo y de libre discusión;
4. Los intereses legítimos de grupos determinados deben tener también en cuenta los intereses legítimos de los otros grupos afectados  y las exigencias del bien común superior;
5. El recurso de las armas no debería ser considerado como el instrumento adecuado para solucionar los conflictos;
6. Los derechos humanos imprescriptibles, aceptados por todos los hombres y para todos los hombres nunca pueden ser eliminados, cambiados o suspendidos, deben ser salvaguardados en toda circunstancia;
7. No está permitido matar para imponer una solución.