Tres hombres fueron detenidos en medio de la operación desarrollada la noche del jueves 16 por hombres de la Brigada de Acciones Especiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes en medio de un enfrentamiento en el que resultó muerto uno de los captores, rescataron a Juana del Carmen Gutiérrez de Cañizales, de 54 años, tras 29 días de secuestro.
El comisario Ramón Silva Torcat, jefe de la delegación Lara del Cicpc, informó que los involucrados fueron identificados como: Francisco Javier Delgado, de 23 años de edad, con residencia en Los Rastrojos de Cabudare, a quien apodaban “El Javi”; Jonathan José Durán Peña, de 26 años, residenciado en San Francisco, apodado “El Bola de Humo”; y Gustavo Leomar Hernández Mendoza, “El Gustavito”.
La detención de los hombres se practicó a las 6:00 de la tarde en la carrera 27 con calle 41. Los aprehendidos fueron llevados a la sede del Cicpc de la Zona Industrial donde confesaron que la mujer estaba en una granja del sector El Desecho de Río Claro, custodiada por un hombre. Al llegar a la quinta de portones azules, ubicada al lado de granja Divina Pastora un hombre los recibió a tiros y se le enfrentaron hasta que cayó muerto. Torcat detalló que se trataba de Pedro Pablo González Sequera, de 62 años de edad, quien trabajaba desde hacía dos meses en la casa, éste supuestamente se encargaba de cuidar a la mujer.
El jefe policial agregó que el hombre siempre tuvo a la mujer en una cama amordazada, maniatada y con los ojos vendados, pero cuando llegaba el dueño de la propiedad la metía debajo de la cama para que no la viera.
Un vecino de la zona comentó que el miércoles en la noche se escucharon seis disparos, y la gente pensó que se trataba de cohetes, pero luego al ver un fuerte movimiento de funcionarios se dio cuenta que se trataba de un procedimiento policial.
La granja donde tenían escondida a la mujer y en la que “La Máscara”, llevaba dos meses trabajando, es grande. Tiene una casa principal de tres habitaciones, dos baños, cocina, ambiente de recibo y comedor, y el techo es de machihembrado con manto asfáltico. Tiene áreas verdes, una piscina de dos metros por tres con unos dos metros de profundidad, pisos de caico, y caminerías y callejuelas empedradas para carros. Existe una gran variedad de árboles: palmeras de todos los tamaños, mangos, cocoteros y otras frutas tropicales, todo bien cuidado.
El allegado comentó que Pedro Pablo González Sequera, el abatido, llegó a Río Claro hace 18 años, procedente de Sarare. “Él tenía familia por estos lados y se vino, pero desde siempre anduvo en malos pasos. No es la primera vez que se veía involucrado en un hecho delictivo, hace unos meses trabajaba en la granja de al lado y escondió allí un vehículo robado, por eso lo botaron y luego empezó a trabajar ahí”.
Los residentes agregaron que el hombre hablaba constantemente por teléfono, que le metía seguidamente tarjetas al celular. Agregaron que a esa granja entraban y salían vehículos de todo tipo, camioneta, automóviles y motorizados. “Desde que comenzó a trabajar llegaban muchos carros allí, pero nunca nos imaginamos que tuvieran a una mujer secuestrada”.
En medio del procedimiento decomisaron una pistola 9 mm, con seis conchas de bala y seis proyectiles. Tres celulares y dos Blackberry, seis identificaciones falsas y un Toyota Yaris azul en el que se desplazaban los tres hombres, además del Ford Fusión de la mujer que fue hallado abandonado por los familiares, frente al Liceo Jacobo Mármol.
Apuntaron a la nieta a la boca
Juana del Carmen Gutiérrez de Cañizales, de 54 años de edad, propietaria de varios negocios ferreteros en Barquisimeto, fue secuestrada la tarde del 25 de octubre cuando llegaba a su vivienda, quinta Maya RAF, 2-17, ubicada en la calle 2 con carrera cuatro de Santa Isabel al oeste de la ciudad.
Cañizales esperaba a que su nieta de 9 años le abriera el portón para guardar el vehículo, cuando la niña abrió el portón la interceptaron dos hombres con pasamontañas y vestidos tipo comando, con las manos enguantadas y la sometieron. Como la mujer se resistía a irse con ellos uno de los hombres apuntó a la menor en la boca y las amenazaba de muerte. Cañizales dejó de resistirse, rogando que no le fueran hacer nada a la niña.
Los hombres la subieron a su Ford Fusión negro y se la llevaron. Rodaron cuatro cuadras y dejaron el vehículo abandonado frente al Liceo Jacobo Mármol. Allí hicieron el trasbordo a la mujer a otro vehículo y se la llevaron. Desde entonces no se ha sabido nada de la mujer.
Familiares fueron a denunciar el hecho en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, pero les dijeron que debían pasar 72 horas para que la denuncia procediera. Desde entonces ha habido total tensión y hermetismo en la familia. Poco hablan del tema, sólo esperan a que alguno de los captores llamen para pedir algún tipo de rescate. Allegados a las familias aseguraron que hasta la tarde de ayer los familiares no se habían comunicado.
La quinta de Carmen Cañizales de frente morado con rejas blancas estaba totalmente cerrada. Se intentó hablar con los familiares, pero salió una de las hijas y dijo que “la disculparan, pero ellos no querían hablar del caso” y luego cerró la puerta.
La víctima además de ser dueña de la Ferretería La 22, ubicada en la carrera 22 con calles 20 y 21 del centro de la capital larense, tiene un galpón alquilado en El Tostao al oeste de Barquisimeto, en el cual funcionan un supermercado. Tiene dos hijos mayores de edad y la nieta a la cual sometieron para llevársela. Cañizales cumple con un tratamiento para la hipertensión y no puede parar el tratamiento.
Trascendió que la nieta vive un severo trauma tras haber sido amenazada de muerte y apuntada a la cabeza con un arma de fuego.
Carmen Cañizales es prima de Naileth Coromoto Gutiérrez, de 45 años, quien fuera secuestrada la mañana del 16 de marzo, en el sector San Francisco, al oeste de la ciudad crepuscular.
La mujer vivió 42 días en cautiverio antes de ser liberada a las 11:00 de la noche en el sector las Torres del Sisal, del oeste de la capital larense. Iba a su trabajo en su vehículo Ford Focus, color plata, placas AA558GK, cuando varios hombres armados, la metieron en un vehículo y se la llevaron. Al ser liberada contó que desde ese momento estuvo vendada durante los 42 días. Sólo me dejaban ver cuando iba al baño», relató Gutiérrez.
Fotos: Elías Rodríguez