La Asociación de Trabajadores Jubilados de Corpoelec, manifestó una vez más frente a la sede central, ubicada en la avenida Carabobo, ante la demora del patrono en cancelar varias compensaciones económicas.
Antes de las 7.00 de la mañana de este jueves, llegaron a la empresa para repudiar el retraso en el pago de las utilidades previstas para este 2012. De acuerdo con la cláusula 24 del contrato colectivo, antes del 20 de noviembre, debieron pagar los “aguinaldos”.
No obstante, con el plazo vencido, no tardan las preocupaciones por los diversos compromisos familiares que tienen los afectados. Ayer, la empresa de energía eléctrica emitió una circular donde informaron que el 28 de este mes posiblemente pagarán las utilidades.
Sólo que los trabajadores, activos y jubilados, no admiten “posibles”. De no contar con el dinero para la fecha prometida, paralizarán las actividades, hasta tanto resuelvan el problema. Hernán González, presidente de la asociación, declaró que a nivel nacional resultan perjudicados 35 mil empleados y los jubilados son alrededor de 11 mil.
Recuerdan que mientras funcionaba Enelbar, la tranquilidad de los trabajadores nunca fue perturbada por deudas, cuestión que no sucede ahora. De hecho, sigue pendiente el pago del bono recreacional previsto para el mes de agosto. Existe además la caótica situación con el seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM) y es que la morosidad con las clínicas impide que atiendan a los trabajadores, jubilados y familiares.
Para colmo, la empresa de seguridad que prestaba el servicio de vigilancia en las instalaciones de Corpoelec-Barquisimeto, fue retirada y ahora nadie vela por las instalaciones, salvo en algunas ocasiones, cuando mandan a jovencitos militares.
El próximo 6 de diciembre, los jubilados seguirán la lucha en la ciudad de Caracas, para reclamar el destino del fondo de jubilaciones. Miles de millones fueron a parar a manos del patrono y, por desdicha, desconocen en qué fue invertido el capital de los extrabajadores, hasta con más de 25 años de servicio. Hay quienes especulan que fue invertido en la pasada campaña presidencial; otros argumentan que compraron la nueva flota de vehículos pero sólo se trata de suposiciones que el Estado deberá aclarar.
“El dinero de los trabajadores es sagrado; pedimos respeto por la contratación colectiva”, finalizó.
Foto: Daniel Arrieta
