Tristeza le daría a las hermanas Débora, Eudocia y Micaela Jiménez, cuyo apellido lleva una de las escuelas tradicionales de Duaca, observar cómo 41 años después de su fundación los alumnos y docentes tengan que deambular de un sitio a otro para no interrumpir sus actividades formadoras.
La vieja escuela Hermanas Jiménez fue demolida hace casi siete meses antes de que techos y paredes de algunos sectores cayeran encima del alumnado y docentes a causa de su avanzado deterioro provocado por la falta de mantenimiento.
Este jueves, a pesar de las dificultades que están confrontando, decidieron celebrar unidos, educadores, padres y representantes, alumnos, personal obrero y administrativo el 41 aniversario de la fundación.
En el lugar donde lentamente se construye la nueva edificación asistieron a una misa oficiada por el padre Jairo, durante la cual elevaron oraciones al cielo para que los contratistas de la obra aceleren la misma y les den esperanzas de que pronto contarán con una escuela renovada por completo.
Muchos niños portaban pancartas alusivas al aniversario, sin faltar las de reclamo, como, “Queremos un lugar digno donde estudiar”, o “Queremos nuestra escuela ya”.
Luego del oficio religioso caminaron varias cuadras hasta llegar a la plaza Bolívar donde se celebraría un sencillo acto con participación de estudiantes y profesores.
Allí hubo bailes típicos, cantos y muestras de trabajos realizados por niños y maestras.
“Muy lento”
Para la profesora María Aponte, directora, todos están precupados por el poco adelanto de la construcción pues apenas acaban de terminar la segunda loza sobre la cual se levantará la estructura metálica que servirán de sede a los salones de clases.
“Estamos distribuidos en la iglesia Canaán, el viejo matadero y cuatro casas de familia cedidas por ellas para que las clases no se paralicen”, manifestó.
Insistió en que eso es dificultoso para todos, docentes, alumnos, padres y representantes, porque “andamos del timbo al tambo”.
“No hay interés”
El también profesor Jaime Rodríguez considera que no existe voluntad para agilizar los trabajos porque, de acuerdo a lo que les han imformado, los recursos económicos existen, pero la contratista opera con un personal reducido.
“Van varios meses y es poco lo que se ha hecho, como si no dieran importancia a nuestra escuela, y por eso seguimos reclamando, no por cuestiones políticas sino que es una necesidad de una colectividad numerosa”, afirmó.
“Es lamentable”
Moraima Marrufo es una de las fundadoras de la institución, de la que se retiró luego de casi 30 años de servicio como maestra, la mayor parte en primer grado.
Ella siempre está pendiente de todo lo relacionado con la escuela que vio nacer y por eso expresó su preocupación por lo que está pasando.
“Aquí estamos”
Alba Mendoza, Lismarys Virgüez, Baltazar Amaro, docentes, así como Dagnis Ramones, representante, también se unieron al llamado para que se aceleren los trabajos y la escuela Hermanas Jiménez tenga nueva sede pronto, si es posible antes de que concluya el año escolar vigente y mientras ocurre, allí seguirán luchando.
Fotos: Elías Rodríguez