Una exposición compuesta por cien belenes de todo el mundo es el aperitivo navideño para quienes se acerquen estos días a Roma, donde podrán disfrutar de diseños realizados en materiales poco convencionales, como la pasta o el hierro, y en una amplia variedad de colores y tamaños.
La exhibición “100 pesebres”, que fue inaugurada hoy y podrá visitarse hasta el 6 de enero del próximo año, lleva a la iglesia de Santa María del Popolo de la capital italiana uno de los símbolos más queridos de la Navidad católica, el belén, apreciado por creyentes y por no creyentes de todo el mundo.
Se trata de la 37 edición de esta fiesta de los amantes de las manualidades, donde este año las principales novedades son varios nacimientos del siglo XVIII provenientes del museo Giannettino Luxoro de Génova (norte de Italia) y un taller en el que los niños podrán crear su propio belén con materiales reciclados.
La variedad de materiales, estilos y tamaños es la seña de identidad de esta muestra, cuya populosa inauguración hace prever que este rincón de la céntrica Piazza del Popolo será uno de los lugares más visitados por turistas y romanos.
La variedad de materiales, estilos y tamaños es la seña de identidad de esta muestra, cuya populosa inauguración hace prever que este rincón de la céntrica Piazza del Popolo será uno de los lugares más visitados por turistas y romanos durante las fiestas navideñas.
En el recorrido por este espacio, el visitante puede encontrar pesebres ideados por artistas italianos y otros realizados en el extranjero, muchos de ellas provenientes de las embajadas que varios países tienen ante la Santa Sede.
Entre estos últimos casos, destaca el nacimiento presentado por la Embajada de Guatemala, un alegre conjunto formado por pequeñas figuras franqueadas por palmeras sobre un suelo de granos de café y con los tejidos tradicionales guatemaltecos como fondo.
Muy colorido es también uno de los nacimientos proveniente de Perú expuestos en la sala, en el que Jesús, José y María están caracterizados como peruanos y descansan junto a dos vicuñas sobre un paisaje andino, realizado con lana tejida en vivos colores.
Otros pesebres extranjeros de gran belleza son uno coreano, en el que las figuras están realizadas en papel de colores pastel y la virgen María lleva quimono, y otro ucraniano, donde los personajes tienen una estética minimalista y están realizados en papel blanco.
La artesanía local tiene como máximo representante -aparte de los belenes históricos- un nacimiento construido con diferentes variedades de pasta y arroz, en el que todos los elementos son comestibles y reconocibles dentro de la gastronomía italiana y la estrella fugaz, realizada en espaguetis, brilla en lo más alto.
Uno de los nacimientos más innovadores de la edición de este año es el realizado por un artesano italiano, que ha reutilizado el hierro característico del hormigón armado pintado en colores brillantes para recrear las figuras.
Belenes de cera, de terracota y de cerámica, de unos centímetros a un par de metros, minimalistas o de inspiración barroca, con una interpretación más o menos libre de la tradición católica, pero todos ellos ejemplos del amor al trabajo minucioso y de las ganas de festejar una de las fechas más celebradas en todo el mundo: la Navidad.