Este miércoles en la mañana, en la sede de Corpoelec ubicada en la Zona Industrial I de Barquisimeto, se llevó a cabo una asamblea extraordinaria de trabajadores donde acordaron medidas de presión dirigidas al patrono en reclamo del pago de las utilidades previstas para este 2012. De acuerdo con la convención colectiva, la fecha tope de pago era el 20 de este mes, pero hasta ahora no reciben ninguna remuneración por parte de la empresa del Estado. Adrián Sánchez, trabajador activo, habló en representación de sus compañeros, mencionando que por primera vez se atrasan con el pago de los “aguinaldos”.
Explicó que mientras funcionaba Enelbar, la empresa cancelaba las utilidades para principios de noviembre. Reclamó además que no cuentan con un seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), ni saben nada del aumento del 33 % de ajuste salarial, pendiente desde hace más de un año.
Contó el caso dramático que viven en las clínicas del país, en especial, de Barquisimeto, donde residen ellos, y es que no les prestan los servicios médicos en los centros de salud donde supuestamente está afiliada la empresa “por incumplimiento en el pago; nos hemos visto en penosas circunstancias a causa del abandono que tienen con la seguridad social de los trabajadores “, sostuvo.
A las declaraciones de Sánchez, se sumó el presidente de la asociación de Trabajadores Jubilados de Corpoelec, Hernán González, quien recordó a propósito de la seguridad social, cómo las personas de la tercera edad quienes sirvieron por más de 25 años a la empresa de energía eléctrica, padecen enfermedades y no tienen los recursos para cubrir la atención especializada ni los medicamentos. Lamentó que todavía no conozcan el destino del fondo de jubilaciones, presuntamente utilizado para costear parte de la campaña presidencial de Hugo Chávez, previo al 7 de octubre de este año.
Sin olvidar, las quejas que mantienen por el deterioro de las unidades donde se desplazan a realizar los mantenimientos y/o chequeos a lo largo y ancho del estado Lara. Al parecer, tienen que incluso correr con los gastos en gasolina.
“La empresa está en bancarrota. Sin embargo, lo más lamentable es que no dan la cara a los trabajadores. Seguimos preguntándonos ¿qué va a pasar con la deuda con nosotros? El Estado debe asumir su responsabilidad y comenzar a hacer justicia social por su propio personal, actualmente abandonado y burlado”.
Fotos: Daniel Arrieta