Cuando en los años que me tocó viajar, del Guaire al Turbio, como dice mi amiga bartolomé, recorría un camino que nos hacia ver los grandes sembradíos de caña de azúcar, pastizales para el ganado, galpones donde se criaban los pollos y hasta una industria de jamón serrano, por los lados de la población de nirgua.
Este recorrido me emocionaba, porque veía el desarrollo agrícola que tenía mi país y no sólo agrícola, sino también la enorme cantidad de industria que se observaban a la entrada por ejemplo, del estado Carabobo, recuerdo también que los bordes del camino, entre Yaracuy y Lara , estaba todo sembrados del maíz que se caía de la carga que transportaban los camiones, crecían solos sin atención técnica, como cualquier planta silvestre.
Después de muchos años, de estar residenciada en el Turbio, me tocó que recorrer otra vez el mismo camino, pero esta vez de regreso al guaire, ¡ que dolor ! ¿ qué pasó con las siembras de caña, las ganaderías, las polleras, las grandes siembras de maíz ?
El camino estaba intransitable: huecos, derrumbes, puentes caídos, no pude detener mis lágrimas, al ver como se caía a pedazos mi país, tu país , nuestro país, pero mi dolor mas grande fue al llegar a mi otrora bella sucursal del cielo, convertida en ruinas, cerros que
Se convirtieron en montañas de ranchos,
Aquí me detuve y me dije, para regresar prefiero coger el otro camino.
