Un incendio menor afectó nuevamente el reformador de nafta de Cardón, la segunda mayor refinería venezolana, mientras se realizaban labores de mantenimiento, informaron trabajadores, a menos de un mes de que un evento similar motivara la paralización de esa planta.
El circuito venezolano de refinación atraviesa por una crisis desde una explosión que en agosto sacudió Amuay, la más grande del país socio de la OPEP, dejando más de 40 muertos, y una posterior racha de incendios y accidentes menores en otras instalaciones de Petróleos de Venezuela (PDVSA).
«El incendio fue extinguido en diez minutos. Se estaban realizando labores de mantenimiento cuando ocurrió», dijo a Reuters un trabajador del Centro Refinador Paraguaná (CRP), el segundo mayor del mundo con 955.000 barriles por día y que agrupa a las refinerías Amuay y Cardón en el occidente del país.
PDVSA no estuvo disponible de inmediato para corroborar los hechos. Cardón, con una capacidad de procesamiento de 310.000 bpd, tiene varias unidades en mantenimiento desde hace varias semanas, entre ellas la planta de lubricantes y el craqueador.
Una fuga de coque líquido obligó a detener el flexicoquer de Amuay esta semana, unidad que produce unos 70.000 barriles por día (bpd) de derivados livianos, contribuyendo a la baja operatividad que arrastra esta refinería desde la explosión.
Mientras, la refinería Isla que opera PDVSA en Curazao está trabajando a un tercio de su capacidad desde que se puso nuevamente en servicio la unidad de craqueo catalítico que acumulaba cuatro meses paralizada este año por insuficiente suministro de agua, vapor y electricidad.