Luego de cinco años de solicitudes y esperas de un ajuste en las tarifas de los viajes de cisternas del Llenadero San Juan y de haber agotado todas las instancias el día de ayer con una manifestación que partió en caravana desde la Av. Florencio Jiménez hasta las cercanías del Palacio Municipal de Iribarren, los transportistas conti-núan esperando respuestas.
Rechazan el “pírrico” ajuste de 60 bolívares para el mes de enero y otros 40 bolívares en febrero, pues consideran que la tarifa debe ser ajustada de acuerdo a la realidad el país, las necesidades que tienen como trabajadores y sobre todo, igualando los pagos que reciben los transportistas del Llenadero Jacinto Lara, dependientes de Hidrolara y que reciben por viaje hasta más de 500 bolívares.
Erick Zuleta, presidente del Sindicato Automotor del estado Lara, destacó que la actitud de los funcionarios de la Policía Municipal y los directivos municipales, en especial Ivone Babareco, jefa de suministros de la Alcaldía de Iribarren, quien de forma grosera no quiso siquiera mediar con la representación sindical y desconociendo a la organización que desde el año 1982 agrupa a los transportistas del estado Lara, incluyendo a los conductores de cisternas del Llevadero San Juan.
Indicó que se viola el artículo 958 de la nueva Ley Orgánica del Trabajo en lo correspondiente a la injerencia sindical de los patronos, pues se está insinuando que los transportistas de los cisternas no pueden integrarse al Sindicato Automotor.
“Alrededor de 170 conductores están afiliados desde hace años en el Sindicato Automotor; no somos ningunos intermediarios, sino parte interesada por los beneficios de los trabajadores. Como presidente del sindicato tengo la obligación de responder a los problemas que presentan los afiliados quienes tienen cinco años sin aumento a pesar de realizar los trabajos continuamente y a veces hasta gratis y obligados por la Alcaldía”.
Destacó que la mala situación económica ha originado el deterioro de las unidades que no pueden ser reparadas por los transportistas por la falta de recursos y el aumento que fue presentado no fue discutido con los transportistas.
“No discutieron con ninguno. Quieren imponer tarifas que no se ajustan a lo que solicitan los transportistas y no lo vamos a permitir. Esperamos reunirnos con Babaresco y que en mesas de diálogo podamos fijar una tarifa justa. Ya los compañeros se cansaron de llevar peticiones y documentos”.
Por su parte, Desiderio Rodríguez, presidente de la Asociación Civil de Cisternas del Estado Lara, destacó que no están siendo manipulados por nadie, sino que están reaccionando ante una cantidad de abusos de la Alcaldía de Iribarren.
“Tenemos años sin recibir un ajuste de tarifas y buscamos la ayuda de nuestro sindicato porque nos cerraron todas las puertas. Pedimos que nos escuchen pues tenemos muchos problemas”.
Para el próximo sábado se llevará a cabo una asamblea a objeto de definir las próximas acciones a tomar, no descartan una paralización del servicio de cisternas, una medida que pudiera afectar a las diversas comunidades que reciben el agua gracias a este servicio.
Foto: Simón Alberto Orellana