#opinión: La crucial tarea de la educación por: Joel Rodríguez Ramos

Leo en la prensa nacional que la ya famosa Resolución 058 del Ministerio de Educación, es el intento número 18 en estos 14 años de gestión del actual gobierno nacional, de cambiar la concepción de la educación. Reiteradamente el régimen se ha encontrado en cada uno de esos intentos, con la firme decisión de la sociedad venezolana de defender la educación libre y plural de sus hijos. Me parece que el intento contenido en la Resolución 058, ha sido el más inaplicable de todos por la vinculación de excesivos factores externosal hecho educacional, potenciales generadores de anarquía y caos en las escuelas. Me llama la atención la afirmación de la Ministro de Educación del supuesto “derecho constitucional” de los Consejos Comunales a participar en la gestión de las escuelas, cuando en la Constitución Nacional no se menciona en ninguna parte a los Consejos Comunales. Los Consejos Comunales estuvieron propuestos en la reforma constitucional presentada al país por el Presidente de la República y rechazada por la mayoría de los venezolanos en el referendo del 02 de diciembre de 2007. Luego el Presidente de la República violando la Constitución Nacional y la voluntad popular, los creó mediante un decreto –ley.
No hay duda que en toda sociedad el tema más crucial e importante es la educación. En la educación debemos estar interesados todos: Familia, Sociedad y Estado y eso sí lo establece la Carta Magna. Por razones de elemental justicia debo afirmar que todos los gobiernos democráticos desde 1958 para acá, hicieron esfuerzos muy grandes por mejorar la educación en Venezuela, se logró aumentar la matrícula escolar, la construcción de escuelas y liceos, multiplicar las diversas opciones de educación superior y de elevar la calidad de la educación en cada una de las fases señaladas. Todos los jóvenes venezolanos tuvieron derecho a por lo menos plantearse el realizar una carrera profesional media o superior y un buen porcentaje lo logró. Hubo abandonos, pero hubo logros también. He revisado los planes iniciados y las obras educativas construidas entre 1959 y 1999 y realmente he quedado impresionado, algunas cosas las había olvidado. Pueden revisarse diversas fuentes, pero particularmente me documenté con los informes del antiguo Cordiplan (Hoy seguramente Ministerio de Planificación, no lo sé) los libros “Los Causahabientes, de Carabobo a Punto Fijo” del ex-presidente Rafael Caldera y “La Cuarta República, la Virtud y el Pecado” del abogado barquisimetano, escritor y profesor universitario Ramón Guillermo Aveledo y ciertamente me asombró el esfuerzo sostenido que se hizo en toda esa época y lo poco que se recuerda ese esfuerzo. Me produce admiración, por ejemplo, la extraordinaria labor que cumplió el INCE en la formación de la mano de obra calificada, lo que contrasta con lo que el régimen chavista ha convertido hoy al INCE.
La actual propaganda gubernamental ha creado la idea, falsa, absolutamente falsa, de que el tema educativo fue abandonado durante los 40 años de democracia. Cuando es todo lo contrario, invito a revisar las fuentes señaladas y muchas otras que dan cuenta de lo hecho en esa época. Por otra parte, al esfuerzo señalado debe agregársele el aporte significativo, invalorable que desde hace mucho tiempo, desde comienzos del siglo XX, ha hecho en Venezuela la educación privada (religiosa o no) en todas las áreas de la educación y en todas las fases de la misma, desde el pre escolar hasta la universitaria, incluyendo educación de alta calidad y especializada, como escuelas técnicas, agraria, de profesiones medias, etc.Por supuesto, toda obra humana es perfectible, y hacia ese fin debe dirigirse el trabajo de las familias, estado y sociedad, a perfeccionar la educación. Creo indebido y nefasto que el estado se atribuya la exclusividadde la función rectora de la educación y mucho menos con fines ideologizantes. Esa ha sido la causa del rechazo reiterado que el régimen ha encontrado en la sociedad venezolana a sus pretensiones exclusivistas y totalitarias. En la época democrática iniciada en 1958, no se ideologizó a nadie, todo el mundo tenía el derecho de expresar su pensamiento y practicar con libertad sus ideas, incluso en el caso de las escuelas religiosas donde se ofrecían clases de religión, sea cual fuera el credo, se abstenían de exigir a los alumnos la asistencia a esas clases si los padres no consentían que las recibieran.
La profesión del educador es una vocación, sólo la ejerce correctamente quien tiene aptitud para esa actividad. Además, la Educación es una ciencia, debe estudiarse, prepararse el personal, perfeccionarse, vivir en esa actividad que es apasionante y noble. Traer extraños, es decir, a quienes nada saben de educación, es un error con graves consecuencias para la formación de los jóvenes y la vida de la sociedad. Yo le diría al Estado que haga énfasis más en el fortalecimiento de la familia, célula primaria y fundamental de cualquier sociedad y en la formación de los padres, primeros y naturales educadores de los hijos, que en la intervención de extraños en las escuelas. La promiscuidad que reina en todos los ambientes de la sociedad venezolana, especialmente en los sectores de mayor pobreza material, es una bomba de tiempo si no se enfrenta con decisión. Es ahídonde radica el mal supremo de nuestra sociedad venezolana.