Cardenales de Lara cerró con tres triunfos y tres derrotas la sexta semana de la temporada regular del campeonato de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional 2012-2013, que le permitió mantener una jornada promedio, aparte de compartir con Tiburones de La Guaira el quinto lugar de la tabla de posiciones, para quedar a seis juegos del primero ocupado por Navegantes del Magallanes y dejar a solo medio en el séptimo a Bravos de Margarita, mientras a dos del quinto y ocho de la punta se encuentra Tigres de Aragua.
Cuando se cumple la mitad del torneo de la pelota rentada el equipo centroccidental presenta el mismo registro de 14-17 en victorias y fracasos en 31 partidos del año pasado. Pero, a la vez, se esperaba que superara esa marca a las órdenes del mánager Pedro Grifol, especialmente porque éste ya tiene una temporada de experiencia y dispone de mayor conocimiento de la Liga.
El conjunto larense viene de dividir con Bravos en Margarita, Tiburones en Barquisimeto y Tigres en Maracay para promedio de .500, lo que es bueno dentro de lo que cabe porque en carretera impidió la barrida y en casa consiguió el equilibrio que lo mantiene con opción de avanzar a la postemporada, sin olvidar que Tiburones y Bravos se encuentran en ese camino e, inclusive, tampoco Tigres puede ser apartado del todo a sabiendas de las muchas habilidades que pone en práctica el piloto estadounidense Buddy Bailey.
Este campeonato ha tenido sus variantes luego de terminar el mes de octubre, con Zulia y Magallanes en pelea por la primera posición, seguidos muy de cerca por Bravos y Cardenales. Caribes, Caracas y La Guaira pugnaban por las demás colocaciones, para Tigres encontrarse en la cola en un inicio bastante flojo para el campeón defensor de la Liga. Bravos, en principio, iba escapado en la delantera, delante de Zulia que también sorprendía por la arrancada favorable. La situación, en este momento, es ahora diferente porque el objetivo es ir en busca de la postemporada.
Cardenales tuvo un comienzo positivo el martes frente a Bravos en el estadio Nueva Esparta del sector Guatamare en Porlamar. Los brazos del elenco larense solo permitieron una anotación en su contra, cargada al abridor cubano Roenis Elías. Pero los otros cuatro, Raúl Rivero, Clevelan Santeliz, César Jiménez y Rómulo Sánchez, resultaron intraficables. Rivero fue el triunfador luego de recibir dos sencillos y ponchar a uno en 3.2 innings de labor.
Los bates calientes en el primer juego de la sexta semana fueron los de Jairo Pérez y Luis Jiménez,quienes se combinaron para producir cinco anotaciones, sin obviar a Luis Valbuena que pisó el plato en dos oportunidades. Del lado de Bravos el importado Sean Burroughs fue el encargado de anotar la única carrera de su equipo con ayuda de Javier Brito. Al abridor Tanner Roark lo madrugaron en el primer eposidio con cinco anotaciones, incluidos dobles de Valbuena y Jairo Pérez, y jonrón de José Celestino López. Roark cargó con la derrota.
Bravos se desquitó en el siguiente partido que perdía 8-6 hasta el octavo, pero un inspirado Frank Díaz llegó al turno con las bases llenas y largó triple barrebases, para voltear el marcador 9-8 y dar cifras definitivas al encuentro. El cerrador Luis Ramírez salió con la misión de sacar el cero y, en efecto, alcanzó el propósito frente a Joe Thurston, Hernán Iribarren y Guillermo Quiroz. El primero se ponchó y los otros dos elevaron a los jardines. Edgar Martínez fue el pitcher vencedor, Ramírez salvó y Luis Avilán fue el derrotado.
Regreso feliz
El retorno del Cardenales al Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto fue celebrado con un triunfo ante Tiburones 11-4. Produjeron las carreras necesarias desde el principio y remataron con cuatro en el octavo. José Celestino López y Gabriel Noriega fueron los más destacados por intermedio de cinco remolcadas. López trajo dos con un imparable en el primero y Noriega impulsó dos con un jonrón en el quinto. Johnny Montoya fue el pitcher triunfador y Derrick Loop perdió.
El panorama cambió en la noche siguiente porque La Guaira aguó la fiesta, en un toma y dame durante 12 innings, para vencer 7-5 ante un doble de dos anotaciones del “Samurai” Alex Cabrera. Cardenales ganaba 5-4 hasta el noveno cuando el relevista Luis Avilán vino a enfrentar a CJ Retherford, con un out, pero no lo pudo dominar y más bien el bateador se la sacó del parque e igualó el marcador 5-5. En el duodécimo con dos corredores en bases, Cabrera le conectó doble de dos anotaciones a José Jiménez para definir el partido.Michael Cisco resultó el pitcher triunfador, Justin Friend logró el rescate y Jiménez fue el derrotado.
A lo grande
Robert Pérez, único con más de 700 empujadas y primero a través de 122 jonrones en la Liga Profesional –también es segundo de Vitico Davalillo en la lista de solo seis que han rebasado la cantidad de 1.000 imparables en el béisbol local-, fue la gran figura en el primer juego contra Tigres en Maracay mediante saldo positivo 9-5 para Cardenales en el José Pérez Colmenares de la ciudad jardín. El guayanés larense bateó de 4-2, con doble, jonrón, cuatro impulsadas y dos anotadas.
Lo demás fue fácil porque el elenco de centroccidente sorprendió con tres carreras al abridor Michael Dubee en el principio del encuentro. Pero de paso lo castigó fuertemente en el cuarto y amplió la pizarra 7-0 antes de que La Guaira fabricara sus dos iniciales anotaciones en el cierre de ese episodio.
Robert Pérez, con tres corredores en las bases en el tercero, conectó biangular para limpiar las almohadillas e hincharle el rostro a la divisa sede del encuentro. Chris Jakibauskas venció desde el morrito, Lino Urdaneta salvó y Dubee se llevó el revés.
Las cosas fueron diferentes al día siguiente porque Tigres blanqueó al Cardenales 5-0, amparado en excelentes labores monticulares de Carlos Hernández y Dakota Watts, en tanto Víctor Moreno y Yohan Pino trabajaron los dos últimos innings sin ninguna clase de dificultades. De paso los efectivos Héctor Giménez y Yangervis Solarte dispararon cuadrangulares prácticamente seguidos. El primero empujó una y anotó otra.
El segundo impulsó dos y anotó una. Los bates de los jugadores del Cardenales no tuvieron respuestas ante las labores de los serpentineros contrarios. Incluso el juego resultó muy rápido: apenas 2 horas y 54 minutos de duración contra 3h20 o más de los otros.
Cardenales pudo abrir el camino en el octavo cuando Tomasito Perez negoció boleto y, con dos outs, le tocó a Luis Jiménez ir al cajón de bateo. Confrontaba a un pitcher difícil como Víctor Moreno, quien lo llevó a la cuenta máxima, 3-2, pero el de Bobare jamás se entregó y esperó un envío que dejó pasar porque creía que era malo, aunque el principal lo cantó bueno e inmediatamente Jiménez protestó airadamente. La discusión se extendió y Grifol se vio en la necesidad de salir a calmarlo o, en todo caso, no quería que lo expulsaran porque aún restaba una entrada que podría ser importante, aunque finalmente no lo fue.
En especial porque Yohan Pinto hizo fallar a los tres bateadores que enfrentaba: a López lo oblilgó a conectar de frente por la antesala, a Valbuena lo dominó al elevar al centro, en tanto Robert Pérez lo puso a dar un globo a la derecha. El zurdo Carlos Hernández fue el pitcher vencedor y Reonis Elías resultó el perdedor.
Foto: Luis Salazar/Archivo
