El este de Barquisimeto se pone de cabeza cuando la economía informal crece en las calles de urbanizaciones emblemáticas y también por las residencias particulares que van transformándose en comercios en diversos estilos.
Desde comida ”chatarra” hasta autolavados, pueden observarse en sitios antes privilegiados en la ciudad. Es un molestia para algunos y, para otro grupo, el único sustento para sus seres queridos. Lo cierto del caso, es que se nota la ausencia de la autoridad local en este asunto.
Los vecinos de la urbanización Barici, por apenas mencionar alguno de los casos, tienen que lidiar con los muebles que colocan descaradamente en áreas comunes del urbanismo. Se pierden los espacios públicos y hay que sobrevivir a un profundo caos.
¿Qué dice el Municipio?
La ordenanza para la Regulación y Control de los Bienes de Uso y Dominio Público para el Desarrollo socie-económico del municipio Iribarren, estipula los espacios adecuados para impulsar el comercio.
Defiende además los espacios vecinales, necesarios para la sana convivencia de sus miembros. No obstante, otro grupo de expertos, alega que en aquellos lugares urbanizados donde empieza a notarse el ímpetu comercial, es producto de la demanda que hace el colectivo.
Shoimey Lau, presidenta de la Cámara Inmobiliaria del estado Lara, habló de la presión urbana que surgió en zonas como Nueva Segovia y la Urbanización del Este, ambas, desde hace diez años aproximadamente, contó, vienen cambiando su origen.
El desarrollo no se puede detener
Lau manifiesta que el desarrollo de la ciudad, en materia comercial, no puede detenerse porque es el resultado del éxito que tienen hombres y mujeres nacidos en la tierra barquisimetana o de inversionistas interesados en la ciudad que, paso a paso, se convierte en referencia empresarial del país.
“El desarrollo no puede detenerse, aunque exista una normal resistencia al cambio por parte de los vecinos hasta con más de 20 años dentro de una urbanización. El cambio debe ser para bien, en igualdad de condiciones para las partes; así se construye el éxito”.
Con respecto a los servicios públicos, al orden que debe reinar en las calles, a la organización de la economía informal, Shoimey Lau, recordó a las autoridades la participación que corresponde a los organismos presididos por la Alcaldía y Gobernación, a fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
“El que está en la ciudad, trabajando o en su morada, merece la misma calidad de atención: el agua a tiempo, las cloacas libres de colapso y un servicio eléctrico eficiente”, enfatizó.
Similitud con Las Mercedes y Altamira
Shoimey Lau, presidenta de la Cámara Inmobiliaria en la región, citó como ejemplo las urbanizaciones Las Mercedes y Altamira, de la ciudad capital, donde las residencias pasaron a ser edificios, pequeños centros comerciales, donde la ciudadanía celebra la transformación de los espacios.
Insistió en el hecho de que la presión urbana es muy poderosa al momento de decidir el destino de los proyectos. La misma presión que existe para que funcionen los comercios, existe por ejemplo, para cambiar de una zona rural a la poligonal urbana, una localidad en particular.
Como conclusión consideró que el apoyo de las autoridades es imprescindible para que el curso de las cosas marchen bien. Resaltó que la organización es clave para que la ciudad de Barquisimeto crezca en prosperidad y no enloquezca en medio del caos.
Determinar los espacios para cada área, considerando la opinión de todos los barquisimetanos, es como se medirán los resultados. Exhortó al respeto por las pequeñas y medianas empresas que se organizan y también al buen tratamiento y atención para las personas que residen en las urbanizaciones ahora llenas de comercios. “Es una tarea que debe canalizar con mucha táctica el municipio y demás organismos involucrados”, recomendó la experta.
Fotos: Luis Salazar
