La alcaldesa del municipio Freites, Evelying Urdaneta, dijo que su pueblo «puede estar tranquilo» porque se logró un acuerdo a través de las mesas de diálogo para la entrega de los recursos de ese municipio por parte de Petróleos de Venezuela.
La estatal petrolera ya depositó más de 25 millones de bolívares en las arcas de la Alcaldía de Freites, 37 millones serán pagados el 30 de noviembre, y se hará un último depósito por parte de la empresa de 37 millones más el día 12 de diciembre para la cancelación de la deuda con la Alcaldía.
Urdaneta saludó la toma de consciencia que tuvo el Gobierno nacional para llegar a un acuerdo en este caso. Dijo que su huelga «fue una acción pacífica y determinante», con el único fin de que fueran restituidos los derechos de los habitantes del municipio Freites.
Antes de anunciar el fin de la huelga, se había reunido en la sede de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) la Campiña con representantes de la estatal petrolera para discutir el caso, y al respecto había señalado: «No aceptaremos miserias, sino el pago total de la deuda, de acuerdo al convenimiento de las partes».
Evelyn Urdaneta llegó a estar más de 120 horas en huelga de hambre frente a la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) en Caracas, y había responsabilizado al director general de Finanzas de Pdvsa, Victor Aular y al ministro de Energía y Petróleo y presidente de la estatal petrolera, Rafael Ramírez, por la situación que se generó.
Cerca de la 1:00 pm de este martes, la Alcaldesa tuvo que ser atendida por el doctor José Olivera, quien aseguró que de seguir en huelga, la alcaldesa no soportaría más de 48 horas. «La cifra tensional es de 90 con 60. Comenzó a sentise mal, mareada (…) El estado es delicado. Hay que estar pendiente de la hidratación», informó.
Un total de 14 personas se habían unido a la protesta junto a Urdaneta, haciendo también huelga de hambre.
A la sede del Pnud se habían acercado los diputados a la Asamblea Nacional William Dávila y Rodolfo Rodríguez. «Es irónico que mientras una alcaldesa que se encuentra defendiendo los intereses de su municipio, de su pueblo para reclamar 100 millones de bolivares que son impuestos que Pdvsa tiene que devolverle al municipio como agente de retención de impuestos», fueron las palabras de Dávila cuando llegó al sitio de la protesta.
Dávila había criticado que mientras se desarrolló la huelga de hambre, el presidente de la estatal petrolera, Rafael Ramírez, estaba «haciendo campaña electoral en Mérida, utilizando todos los recursos de Pdvsa,utilizando los fondos de la empresa con fines políticos».