La economía, ha sido durante este gobierno -reelecto por seis años más- todo un desastre por decir lo menos. Los controles impuestos se han convertido en la principal característica predominante del sistema económico que nos gobierna, mecanismos estos que van desde el maquiavélico control de cambio, hasta el control de precios de los principales productos de uso o consumo.
En el desarrollo de este sistema, se nos impuso un cambio a la denominación de nuestra moneda, pasó de llamarse: Bolívar -a secas- para llamarse: bolívar fuerte. La moneda con esta denominación no ha tenido nada de fuerte, es por eso que en la calle muchos le llaman el “bolívar débil”. Poco de fuerte tiene en la práctica esta “nueva” moneda, que fue anunciada con bombos y platillos.
En los mercados de nuestra Venezuela, poco vale nuestra moneda. Pero, si miramos al exterior, ahí sí que se pone la cosa fea. Nos regimos por un control cambiario que ha hecho parecer a Recadi -exagerando- un modelo a seguir. Se nos autorizan para compras vía electrónica, hasta cuatrocientos dólares y para viajes dependiendo del destino y duración, entre tres mil y setecientos dólares, quedando a discreción de Cadivi, los montos máximos por aprobar.
Para quienes estudian en el exterior o planean hacerlo, es todo un calvario obtener divisas como el euro o el propio dólar. Muchos compatriotas piensan erróneamente, que esto no les afecta pues nunca viajan o compran en divisa extranjera, esto fuese cierto si tuviésemos una producción nacional sólida, con apoyo al pequeño y gran empresario, que el Estado generara condiciones para la inversión, pero la inmensa mayoría de los productos que consumimos, son importados y adquiridos con moneda extranjera.
En el pasado quedaron refranes como el “ta´ barato dame dos”, atribuido a los venezolanos que viajaban a los EE.UU, y cuyo Bolívar era rendidor al cambio de 4,30 bolívares por dólar de la época. Sin ir muy lejos, en Colombia en los años 80 un bolívar costaba 10 pesos colombianos, hoy es al contrario, los nativos de esta tierra, debemos pagar altas sumas para obtener pesos colombianos.
De igual manera, algo que si ha logrado el control de cambio, es que repunte el dólar paralelo, a precios de cambio muchísimos más altos que el invisible cambio oficial. De manera que, en la práctica, el bolívar fuerte resulto ser el bolívar débil, y el bolívar débil resultó ser el bolívar fuerte. Así son las cosas.