La puertorriqueña Olga Tañón y la española Natalia Jiménez se lucieron con un concierto lleno de baile, alegría y hermosas palabras para el público venezolano. Tres horas y media donde sonaron los mejores temas de las féminas.
Caracas, 17 de noviembre.- El público caraqueño fue testigo de un encuentro único, donde las voces de dos grandes féminas del escenario: Olga Tañón y Natalia Jiménez, se unieron en un mismo espectáculo para conmocionar a sus seguidores con sus éxitos.
La cita fue en la Terraza del CCCT de la capital, un concierto de Emporio Group, quienes tuvieron la iniciativa de unir – en una misma tarima – a La Mujer de Fuego, quien puso a bailar a los presentes, y a la talentosa madrileña, de 30 años, quien llegó con un diminuto y sensual vestido que dejó a todos atónitos.
Fueron tres horas y media de show, donde las cantantes, primero Tañón y luego Jiménez, se lucieron con un repertorio que fue coreado por el multitudinario coro que se acercó al recinto; quienes no escatimaron esfuerzos para ovacionar a sus estrellas.
Prendió el escenario
La Mujer de Fuego, Olga Tañón, prendió la fiesta a las 8:32 p.m. Apareció en lo más alto de las escaleras, y de manera imponente, se hizo sentir en la tarima. El público se puso de pie para recibir a la puertorriqueña que se siente venezolana. Vestida con una braga negra, con accesorios plateado, capturó las miradas de los asistentes.
Comenzó su periplo musical con el tema Cómo Olvidar. “Buenas noches Caracas. Hoy es una gran fiesta para todos celebrar, así que a calentar esas nalgas”, dijo la boricua.
Acompañada de su banda, y ocho bailarines, interpretó Todo lo que sube baja, Muchacho Malo y Bandolero. “Me siento súper feliz de estar aquí, afortunada de volver y encontrarme con ustedes. Gracias por la oportunidad de verlos otra vez”.
Entre risas confesó que sus kilos de más son por la comida venezolana, “las arepas y las caraotas que las tengo por aquí”, y señaló parte de su cuerpo. “¡Qué bonita es Venezuela!”, exclamó con emoción.
Contó que luego de cuatro años de ausencia regresó a Maracaibo, donde se había presentado el día anterior. “Pero cayó un palo de agua. Yo preguntaba: ‘me puedo mojar’, y me decían, ‘no’. El clima le irritó la garganta y llegó sin voz a Caracas, ”hoy no sé cómo estoy cantando… por eso disculpen mi voz de cornete”. Siguió con Sola, En la disco y Cuando Tú no estás.
“Ya son 26 años de carrera, es que empecé a los dos años”, dijo riéndose con su público. “He grabado casi 300 canciones, aunque no las he pegado todas”. Entre otras cosas comentó que la vida del músico es muy “complicada”, porque el director musical acababa de ser padre y ahí estaba, luego de ver a su bebé voló para el concierto.
Sus coristas cantaron el tema Colgando en tus manos de Carlos Baute. Luego regresó para interpretar Flaca o Gordita, Qué bonita es Venezuela, Amor Secreto y Basta ya, donde acotó: “Quien te maltrata nunca te amo”. Para despedirse cantó Mala, Desde que llegaste a mi y Mentiroso. Dijo adiós entre papelillo. “Dios los bendiga”, el reloj marcaba casi las 10 p.m.
Sonriente y sensual
La esbelta cantautora español, Natalia Jiménez, apareció en el escenario, a las 10:27 p.m., con un vestido gris corto, tejido, que dejaba ver su ropa interior, y toda su espalda, el cual movió con soltura por todo el proscenio. Con unas altas sandalias que hacían más imponente a la fémina de 1.72 centímetros de estatura.
Comenzó con el tema Qué te quería y Por ser tu Mujer. “Gracias Caracas”, dijo la joven emocionada. “Es un honor estar aquí esta noche, tenía tiempo sin pasar por aquí. Estoy feliz. A veces no espero respuesta del público, y me pregunto sin vendrán, pero hoy esto está full”, acotó con satisfacción.
Se escuchó Tu peor error y La frase tonta de la semana.
Como respuesta a las muestras de cariño gritó: “¡Yo los quiero más!. Con regocijo señaló que el club de fans de Vernezuela “es el mejor de la tierra”. Interpretó Rompe el Mar y Recuérdame (salsa) donde contoneó sus caderas.
Para el tema Algo Más se sentó, y subió al escenario una pequeña proveniente de Cumaná, Verónica, quien dejó a todos boquiabiertos con el vozarrón con el que cantó el tema, un timbre muy parecido a la de la española, quien quedó sorprendida con la voz de la niña.
La ovación fue inmediata para la futura artista. Natalia la abrazó y la incentivó a seguir luchando por sus sueños. “¡Que monstruo de voz! Después de esto me voy (risas). En verdad me tengo que recuperar”, dijo la risueña artista.
Cantó un tema en inglés, siguió Niña, Flores de Alquiler y Daría. Con orgullo presentó la banda que la acompañaba, virtuosos músicos que se destacaron con sus instrumentos.
Salió del escenario por un momento y regresó con otro atuendo, un vestido – también de grandes agujeros – pero de color negro, e interpretó las rancheras Me duele, El Rey y Malagueña, donde dejó en evidencia su imponente registro vocal.