La XXII Cumbre Iberoamericana aprobó este sábado una Declaración Especial en que pide al gobierno de Estados Unidos que ponga fin al «bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba».
El documento -el último de una serie de textos similares aprobados en previas Cumbres Iberoamericanas- pide a las autoridades de Estados Unidos que cumplan «con lo dispuesto en 20 sucesivas resoluciones aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas».
Los países que participaron en la Cumbre expresaron su «más enérgico rechazo» a la aplicación de leyes «contrarias a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional, como la ley Helms-Burton», y por ello exhortaron «al gobierno de Estados Unidos que ponga fin a su aplicación».
La llamada Ley Helms-Burton fue aprobada el 1 de marzo de 1996 y sancionada por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, aunque su nombre oficial es «Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática».
Esa legislación establece que cualquier empresa que mantenga tratos comerciales con Cuba tendrá restringida su capacidad de acción en el mercado estadounidense e incluso queda expuesta a represalias legales. Por esa razón, es rechazada de forma enérgica por la comunidad internacional.
El documento aprobado este sábado apunta que «resulta inaceptable la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que afecten el bienestar de los pueblos».