Luego de que el pasado martes 13 de noviembre, jóvenes y presuntos estudiantes del núcleo de Tarabana destrozaran la fachada de la sede social de los profesores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), ayer en rueda de prensa la profesora Deborah Velásquez expresó que hasta que no haya un cese de la violencia no podrán comenzar las clases.
“Queremos desde la Asociación de Profesores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Apucla) hacer un llamado para que haya una demostración diferente de la situación en conflicto. Sí hay problemas, pero se deben buscar soluciones. No pueden decidir cerrar el paso al núcleo de Tarabana porque si, sin buscar conversar primero con las autoridades. Trancan el libre tránsito y no piensan en los docentes, en el personal obrero y administrativo y en otros estudiantes que no coinciden con ese tipo de protestas”, manifestó la profesora Deborah Velásquez.
“No queremos más capuchas. El primer problema que se presentó fue la falta de dinero para unas prácticas de los estudiantes de Agronomía. Luego, el pasado lunes 12 de noviembre faltaron algunos transportes y entonces vino la arremetida de manera violenta contra la sede social de los profesores de la UCLA. Pienso, que si estamos en una universidad formándonos debemos tratar de buscar el diálogo. Por qué los estudiantes no se dirigieron a las autoridades correspondientes para plantearles la situación”, agregó.
La medida inmediata que tomaron tanto docentes como el personal que labora en la UCLA de Tarabana fue suspender las clases durante 24 horas. Y si se prolonga la violencia, también se hará este paro que es legal, ya que ninguna persona puede estar en el recinto de labores, cuando se está atentando directamente contra su vida, los bienes y las pertenencias.
El problema es tanto con los estudiantes de Agronomía como los de Medicina Veterinaria.
“El martes intentaron quemar la sede social de los profesores y escribieron una frase que dice: Este es el primer aviso. Nosotros damos cuotas con mucho sacrificio. Con esto los estudiantes están creando intranquilidad y malestar”.
Velásquez recordó que como docentes tienen la misión de formarlos profesionalmente, pero también al individuo y si dejan que estas desviaciones sigan ocurriendo es un mal ejemplo para esos estudiantes de la UCLA.
“Los Centros de Estudiantes deben hacer un llamado. La capucha no puede ser histórica. Que quince muchachos sean agresivos no puede significar el desfavorecimiento para aquellos que con sacrificio pagan residencia y vienen de otras ciudades. Hay que buscar un camino que favorezca a todos. Quienes utilicen la violencia como medida de protesta debe atenerse al reglamento. No queremos que estos hechos se conviertan en sombra dentro de la universidad”, expresó Velásquez.
Para el jueves 22 de noviembre llevarán a cabo una reunión, para ver a que acuerdo pueden llegar y qué medida tomarán de repetirse estos hechos violentos.
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