En su condición de ente vivo que se interrelaciona permanentemente, el individuo se encuentra expuesto a recibir, en su dinámica diaria, la influencia de otros seres vivos invisibles como bacterias y hongos que pueden generar desequilibrio en su organismo.
Conscientes de la importancia que puede tener este tipo de afecciones en la calidad de vida de la gente, la Sección de Microbiología del Departamento de Medicina Preventiva del Decanato de Ciencias de la Salud de la UCLA, desarrolla una labor destinada a analizar las características de los microorganismos perjudiciales para la salud, con lo cual se ofrece el diagnóstico acertado para la aplicación del tratamiento médico adecuado para el paciente.
Esta tarea se lleva a cabo a través de un proyecto de extensión denominado “Atención a los usuarios que asisten a la consulta de bacteriología y micología del Decanato de Ciencias de la Salud”, mediante el cual se atiende a los pacientes remitidos de las consultas dermatológicas quienes, además del servicio de este laboratorio especializado, reciben información sobre las afecciones bacterianas con mayor incidencia en la población, a partir de una labor de formación realizada por los estudiantes de ayudantías y pasantías.
La Sección de Microbiología ofrece sus servicios especializados a bajo costo y con precisión tecnológica, con lo que se beneficia a pacientes de Lara, Portuguesa, Yaracuy, y se contribuye ante la escasez de laboratorios especializados en el área.
Con microscopios, pipetas y equipos electrónicos, se dedican a estudiar la intimidad de los microorganismos perjudiciales para el ser humano. Los integrantes de la Sección de Microbiología, profesores Isabel Álvarez, jefe de sección; Mayra González, Pablo Altuve, Deisy Herrera, Yudy Aranguren, Emilio Martínez, Luisa Morantes; y los técnicos Elizabeth Liendo, Antonio Guerrero, Euclides Rodríguez, Rafael Díaz, Carlos Orellana y Jennifer Lucena.
Estudios bacteriológicos
Los expertos en microbiología realizan varios tipos de pruebas con la finalidad de determinar la presencia de bacterias y hongos. La Dra. Isabel Álvarez, jefe de la Sección de Microbiología, explicó que llevan a cabo los estudios MAT (mediante aglutinación en tubos), y se toma como muestra el suero de la sangre, con la finalidad de determinar la presencia de bacterias.
Explicó que este tipo de estudio se efectúa con enfermedades como la leptospirosis, cuya bacteria causante, la leptospira, se hospeda en la rata y se pone en contacto con el ser humano a través de la orina del roedor.
Por medio de un estudio del suero de la sangre del paciente, es posible comprobar si la persona ha estado en contacto con serovares, es decir, características físicas y conductuales de la leptospira.
Esta muestra del suero se pone en contacto con una cepa o unidad con propiedades de diferentes serovares del género leptospira, para establecer si hay una aglutinación, proceso mediante el cual, las bacterias se integran a los anticuerpos que se agregan a través de una sustancia. Cuando se evidencia una aglutinación, se llega a una conclusión sobre la persona que ha estado en contacto recientemente con la bacteria.
Entre los procedimientos que se llevan a cabo en el área bacteriológica mencionó los cultivos para estudiar las infecciones postoperatorias, las heridas de pacientes con quemaduras, las cuales pueden convertirse en nichos de bacterias; y los urocultivos, o cultivo en orina.
Profundizó en este punto, al indicar que para realizar un cultivo bacteriológico, en primer lugar se hace un examen directo a través del microscopio, en el cual se determina si existen gérmenes en movimiento. Luego se realizan coloraciones especiales de microbiología, con la finalidad de apreciar la morfología característica del agente causante.
Este primer registro, manifestó, permite indicarle al médico, de manera preliminar, que existe un coco Gram positivo o negativo, para dar comienzo a un tratamiento con antibióticos y de esta manera preservar la salud del paciente.
El término Gram se refiere al estudio con las coloraciones, las cuales indican, de acuerdo al tono que tome el microorganismo, si es positiva o negativa la presencia de determinada bacteria.
Hizo énfasis en que en este primer examen se puede determinar si existen cocos o bacilos, es decir, la estructura y la afinidad tintorial definida por la coloración que adquieren, pero es preciso efectuar un cultivo para conocer más detalles. En este sentido, indicó que se prepara una serie de nutrientes y unas condiciones de vida especiales para que el germen pueda desarrollarse como si estuviera en el cuerpo humano.
Este procedimiento lleva a que las bacterias se reproduzcan, en un lapso, generalmente de 24 horas, luego de lo cual es posible observar las colonias de las bacterias que son sometidas a pruebas bioquímicas destinadas a determinar el género y la especie a la que pertenecen, porque, tal como aclaró la Dra. Álvarez, existen géneros que tienen muchas especies.
Luego de este proceso se emprende el último paso en el cultivo bacteriológico denominado antibiograma, por medio del cual se conoce la sensibilidad a los agentes antimicrobianos, lo que permite asignar el antibiótico que posee el principio que afecta a la bacteria para que la elimine y se produzca la cura del paciente.
En la Sección de Microbiología, específicamente en el área de la bacteriológica, los exámenes que se realizan con mayor frecuencia son los urocultivos, o cultivos de orina; cultivos de abscesos en diferentes zonas de piel, folículos pilosos, hidrosadenitis (infección en glándulas sudoríparas) acné, celulitis infecciosa y furúnculos.
Cultivo de hongos
El área de la micología o de infecciones por los microorganismos conocidos como hongos, posee estudios específicos como son los cultivos, los cuales, según expresó la Dra. Álvarez se efectúan en muestras de escamas de piel, uñas, cabello, o en diferentes órganos del cuerpo humano.
En este caso pueden detectarse hongos superficiales, como pitiriasis, tiñas; o localizados como esporotricosis y cromomicosis, la cual constituye una de las causas más frecuentes de consulta en la Sección de Microbiología.
En este punto, indicó que en el estado Lara, especialmente, en el municipio Urdaneta persisten todos los agentes capaces de causar la cromomicosis, un hongo de color café que puede generar lesiones de gran extensión en el tejido subcutáneo de la piel.
Explicó que existen diversos agentes causales que ocasionan la cromomicosis que se encuentran dispersos en la naturaleza, lo que lleva a que las esporas de este hongo se incrusten con facilidad en las pequeñas lesiones presentes en la piel de las personas que cumplen con labores agrícolas.
Lentamente este germen crece y causa lesiones que son obvias, y cuando se hace el raspado de la lesión se encuentran los cromomicetos o estructuras redondeadas similares a un granito de café.
Con detalle la Dra. Álvarez se refirió al procedimiento de análisis que se realiza en el caso de la cromomicosis, que consiste en colocar la partícula entre dos pequeñas láminas con una solución de hidróxido de sodio o de potasio que ayuda a que el germen se libere y deje libre las escamas presentes en la muestra.
En el estado Lara, también existe la esporotricosis, causada por el hongo Sporothrix schenckii que se origina en climas más frescos, y causa una micosis que también se desarrolla mediante inoculaciones o introducción del hongo a través de una pequeña herida, y afecta a los nódulos linfáticos.
Aclaró que los hongos pueden ser antropofílicos, es decir, contagiados de persona a persona; zoofílicos, de origen animal; o geofílicos aquellos que están en el ambiente.
Por otra parte, indicó que existen las micosis profundas, localizadas o sistemáticas que, en la mayoría de los casos se producen por inhalación, pero también pueden afectar otros órganos.
