Por primera vez en los últimos 14 años podemos afirmar que la falta de materias primas es el principal problema que enfrentan las industrias, por encima de la incertidumbre política y esto se debe entre otros problemas, a los retrasos que tiene Cadivi en la entrega de divisas.
Así lo manifestó el presidente de Conindustria, Carlos Larrazabal, en el marco del foro “Perspectivas 2013”, auspiciado por la cúpula Industrial y que se realizó este miércoles en la ciudad de Caracas.
“El sector manufacturero venezolano no es competitivo debido a que existe un marco normativo que afecta negativamente sus operaciones y limitan el trabajo eficiente de las empresas”, sentenció.
El máximo representante de la industria nacional expuso en el mencionado foro una panorámica general de las condiciones en las que se ha venido desenvolviendo el sector y que han provocado que cada vez haya menos empresas y menos producción.
En este sentido, reiteró que las políticas públicas implantadas por el actual gobierno se han convertido en una traba para el incremento de la producción nacional, mientras que se ha privilegiado la importación de todo tipo de bienes y servicios.
“De hecho, en 2011 las importaciones totales ascendieron a 46 millardos de dólares, de los cuales 36% corresponde al Estado. Para este año, se estima que las compras en el exterior se ubiquen en 54 millardos de dólares”, precisó.
Expresó además que el país enfrenta un conjunto de restricciones en distintos ámbitos que desestimulan la competitividad: macroeconómicas, operativas, institucionales y de infraestructura.
“El resultado ha sido un prolongado retroceso en comparación con el resto de las economías de la región”, indicó.
Por otra parte, afirmó que las exportaciones venezolanas no petroleras a nuestros principales socios comerciales, de cierta significación en el pasado, se ubican en niveles mínimos.
“A la escasez de divisas y las dificultades para su acceso, constantemente denunciadas por este organismo y sus cámaras afiliadas, hay que agregar el problema de la congestión en los puertos. Según un estudio realizado por Conindustria y Consecomercio, el tiempo promedio de nacionalización de la mercancía es de 31 días, debido a la excesiva burocracia y la falta de coordinación entre las autoridades competentes, incrementando los costos de nacionalización en un promedio del 185%”, advirtió.
Adicionalmente, señaló que las empresas deben enfrentarse a diario con la crisis eléctrica que se manifiesta en apagones continuos no programados, recargos por multas, baja calidad del servicio, obligación de instalar sistemas alternos y dificultad para importar plantas eléctricas y para obtener combustible.
“Todo esto se ve reforzado con los resultados de la encuesta de coyuntura del tercer trimestre del presente año, según la cual la falta de materia prima pasa por primera vez a ser el obstáculo principal para lograr el incremento de la producción (83%); siguiéndole la incertidumbre política (82%) y falta de divisas (78%)”, reiteró.
Dura competencia
Afirmó que las empresas venezolanas no son competitivas para enfrentar el reto que supone el acceso a los mercados internacionales, entre ellos el de Mercosur.
Larrazábal considera que el avance hacia un modelo socialista seguirá frenando la inversión privada, por lo que no se proyecta un crecimiento significativo del sector manufacturero nacional y mucho menos que nuestras empresas sean competitivas para penetrar los mercados internacionales o competir internamente con las importaciones crecientes, mientras las políticas actuales no cambien radicalmente.
“La dirigencia industrial propone que se implementen medidas que promuevan la competitividad del aparato productivo interno, entre las cuales destacan garantizar la seguridad jurídica para promover la inversión nacional y extranjera; es decir, no más tomas de empresas y pago de las ya tomadas; establecer una política cambiaria competitiva; simplificación de los procesos y controles administrativos; sistemas portuarios modernos y confiables; inversión en infraestructura; políticas laborales armonizadas con las de nuestros socios comerciales y desarrollar un sistema educativo de calidad”, dijo.
Tras estas medidas básicas de carácter general, el presidente del gremio manufacturero concluyó su intervención con algunas recomendaciones a empresas y empresarios precisando que es necesario “valorar las relaciones laborales como un factor estratégico para la empresa; incrementar el impacto social de la empresa en su entorno inmediato; capacitar al personal; optimizar la cadena de valor para poder llevar al consumidor productos de alta calidad y de forma eficiente; promover alianzas con empresas relacionadas para mejorar los procesos productivos; fortalecer sus relaciones con los gobiernos y autoridades locales y participar activamente en los gremios regionales y sectoriales para consolidarse como sector”.
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