El doctorado Honoris Causa de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), es la máxima distinción otorgada por dicha casa de estudios, a personalidades que han aportado un progreso social, científico y cultural, no sólo al país, sino también a la humanidad.
Con tales características, no hubo duda alguna para que el consejo directivo decidiera honrar a uno de los más grandes exponentes de la poesía de hispanoamérica: Rafael Cadenas.
Barquisimetano de nacimiento, pero por sobre todas las cosas un hombre universal. Escritor, poeta y ensayista. De verbo impecable y una laureada carrera que ha sido distinguida dentro y fuera de nuestras fronteras.
De talante democrático
El acto de conferimiento del doctorado Honoris Causa a Rafael Cadenas, fue realizado ayer en la noche en el auditorio Ambrosio Oropeza de la UCLA, espacio que albergó la poesía del homenajeado que agradeció con un discurso que no excedió los 15 minutos y que dejó ver, sin reservas, su talante democrático.
“Hoy sigo siendo exiliado del país, como los más de seis millones de venezolanos que el actual régimen considera enemigos por disentir de su proyecto totalitario. No obstante, es perentorio abogar por la convivencia, sin la cual no se puede organizar un país” dijo el escritor nacido en 1930.
No tardó en referirse a un asunto que nos concierne a todos. “Se me ha otorgado esta distinción cuando las universidades libres se encuentran en un momento difícil. Desde afuera, un gobierno que desvía los recursos necesarios para su desarrollo; desde adentro, un grupo que se encarga de usar la violencia sin que se aplique sanción alguna”.
Destacó que el Tribunal Supremo de Justicia, pretende obligar a las universidades autónomas, a levantar un reglamento contra sí mismas, que negaría su esencia al permitir a empleados y obreros decidir en el ámbito académico que sólo corresponde a docentes y estudiantes. “Semejante inyección que parece democrática, es escandalosamente demagoga”, dijo.
En su discurso, Cadenas no dudó además en recordar a sus amigos de siempre, tan emblemáticos como Manuel Caballero y Salvador Garmendia.
Doblemente homenajeado
En el acto de este miércoles en la noche, Rafael Cadenas también recibió la orden Juan Jacinto Lara, en primera clase, por disposición del gobernador Henri Falcón.
Luego de la lectura de la resolución y como merecido reconocimiento a un miembro de la generación de los años 60 en la historia de la literatura venezolana, se impuso la orden a Cadenas.
Eterna poesía
Fue el escritor, catedrático y poeta Joaquín Marta Sosa, el encargado de realizar la semblanza de Rafael Cadenas.
Entre cualidades contadas en clave de eterna poesía, Marta Sosa insistió en la sencillez, autenticidad y meditación del homenajeado. “Rafael Cadenas no es un poeta del bullicio y la palabrería. Se niega a la banalidad y el oportunismo. Es un pensador. Nítidamente humano”.
Por su parte, la rectora encargada, Nelly Velásquez, se remitió a diversas lecturas que dejan ver la ideología de Cadenas.
Resaltó la importancia de reconocer la poesía y la pluma del corazón, de quien ha trascendido las fronteras de su región y de su país con ese “yo poético” que establece una coherencia entre su vida y su obra.
Acompañado de su familia y de sus padrinos Norberto Maciel De Sousa (director general de posgrado de la UCLA) y Raúl Azparren (presidente de Fundasab), Rafael Cadenas disfrutó al máximo su homenaje.
Junto al público observó la proyección de un material audiovisual llamado Rafael Cadenas: poeta, traductor y catedrático venezolano.
En el encuentro destacó la participación del joven poeta Oris León, del Centro de Creación Literaria de Carora, quien con apenas 12 años de edad recitó una poesía para Cadenas.
También estuvo la Orquesta Mavare acompañada de la soprano Cheíta Quintana, para alegrar con canciones como Quinta Anauco y Barquisimeto.
Fotos: Emanuele Sorge
