Siria calificó el miércoles de «declaración de guerra» la reunión de la oposición al régimen de Bashar al Asad realizada la semana pasada en Doha, y denunció con vehemencia el eventual suministro de armas a los rebeldes por parte de Francia.
Por su parte, el presidente Barack Obama dijo este miércoles que Estados Unidos se congratula por la nueva coalición formada por la oposición en Siria, pero no está listo para reconocerla como la única representante legítima del pueblo sirio.
«Todavía no estamos preparados para reconocerlos como cierta forma de gobierno en el exilio, pero creemos que es un grupo representativo de amplia base», dijo Obama a los periodistas en la primera conferencia de prensa desde su reelección.
El mandatario expresó la preocupación de Washington por el hecho de que «elementos extremistas se integren a la oposición» y destacó la necesidad de mantener la cautela, en medio de llamados a que Estados Unidos arme a los rebeldes.
«Una de las cosas sobre las que debemos estar atentos, particularmente cuando comenzamos a hablar de armar a grupos de la oposición, es que no estemos indirectamente poniendo armas en manos de gente que pueda dañar a estadounidenses o dañar a israelíes o embarcarse en acciones que pueden ser negativas para nuestra seguridad nacional», advirtió.
Los tanques del régimen atacaron en Damasco y su región, y cerca de un centenar de personas murieron el martes, mientras que los combates cerca de la frontera turca causaron veinte muertos, de los cuales al menos 18 en los rangos del ejército, que retrocede en el noreste kurdo, según una ONG siria.
Después de conformación de la unidad opositora, Francia reconoció ala Coalición como «única representante del pueblo sirio y por lo tanto como futuro gobierno provisional dela Siria democrática».
Al reaccionar por primera desde la formación de la Coalición en Doha la semana pasada, el vice-ministro sirio de Relaciones exteriores Fayçal Mekdad denunció una posición «inmoral» de Francia.
Al mencionar una «posición arrogante» dictada, según él, por «el pasado colonialista de Francia», consideró que esta «injerencia flagrante en los asuntos interiores sirios viola la carta de las Naciones Unidas».
Declaración de guerra
Al ver en la reunión de Doha una «declaración de guerra», Mekdad acusó además a la oposición de no querer «resolver pacíficamente la crisis» al rechazar «cualquier diálogo con el gobierno».
«Estamos listos a discutir con la oposición siria que tiene su dirección en Siria y no con la fabricada o dirigida en otra parte», añadió, mientras Siria y sus aliados multiplicaron los llamados a negociar, rechazados por la oposición, que exige antes que todo la salida de Asad.
Aliado del régimen sirio, el Primer ministro ruso Dmitri Medvedev, quien afirmó no apoyar a «nadie» en el conflicto sirio «contrariamente a lo que se piensa por lo general», criticó las posiciones «parciales» de los países que apoyan a la oposición.
Mekdad acusó además a Francia, para la que el asunto del suministro de armas a los rebeldes se «replanteará necesariamente», de ser «responsable de la muerte de miles de sirios» al aportar «apoyo financiero y técnico a los terroristas «, a los que Siria asimila a los insurgentes.
También consideró «inaceptable» un eventual suministro de armas a los rebeldes por parte de Francia.
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