De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud del 2011, Venezuela se sitúa en el tercer lugar con mayor obesidad en Latinoamérica, después de Brasil y México. Por otra parte, estudios locales arrojan que el 70% del total de la población venezolana tiene sobrepeso u obesidad, una cifra nada alentadora cuando se conoce que esta condición puede producir más de 80 enfermedades.
Entre las más frecuentes causadas por la obesidad y el sobrepeso se encuentran la hipertensión arterial, síndrome coronario agudo, accidente cerebro vascular, trombosis venosa profunda, osteoartritis, asma, apnea de sueño, cáncer de colon, mama y cuello uterino.
La diabetes y la resistencia a la insulina también forman parte de esta larga lista, cuyo Día Mundial de la Prevención se realiza cada 14 de noviembre, con el objetivo de llamar la atención de las personas en cuanto a la importancia de evitar caer en esta enfermedad crónica, es decir: irreversible.
En el estado Lara, por parte del programa regional endocrinometabólico realizarán charlas, pesquisas y entrega de material informativo en las principales avenidas de las ciudades, con el objetivo de recordar la importancia de la alimentación saludable para prevenir la diabetes tipo 2.
Según el registro de las personas inscritas en los clubes de diabéticos que funcionan en cada uno de los ambulatorios del estado, existen más de 6.000 pacientes con la enfermedad y 170 niños conforman el club infantil, este último funciona en las áreas de la consulta externa del Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga.
Tipos de diabetes
Existen dos tipos más comunes de diabetes, la tipo I, la padecen sólo el 10% de todas las personas diagnosticadas y la mayoría desarrollan la enfermedad antes de los 30 años, cuando más del 90% de las células que producen insulina son destruidas de forma permanente, por ello todos estos pacientes son insulina-dependientes.
Algunos estudios científicos la atribuyen a una carga genética, mientras que otros creen que es un factor ambiental, como una infección vírica o un factor nutricional en la infancia o adolescencia.
En la diabetes tipo II, conocida como diabetes del adulto, el páncreas produce insulina, incluso en niveles más altos que los normales, sin embargo, el organismo desarrolla resistencia a los efectos de la insulina, por eso no existe suficiente para satisfacer los requerimientos corporales.
La obesidad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes tipo 2 y del 80 al 90% de las personas con esta enfermedad son obesas, debido a que producen resistencia a la insulina porque necesitan producir grandes cantidades para poder mantener los niveles normales de azúcar.
Síntomas y signos
Los dos tipos de diabetes tienen síntomas muy similares.
Una es la micción u orina excesiva que a su vez causa mucha sed, sensación de un hambre exagerado, visión borrosa, somnolencia, náuseas y una disminución de la resistencia durante el ejercicio físico.
Pie diabético
La diabetes puede producir una mala circulación en los pies, aumentando la posibilidad de que se formen úlceras en la piel dañada, lo que produce un retraso en su cicatrización.
Además de las alteraciones en la piel, la diabetes puede afectar la capacidad del organismo para combatir las infecciones.
Por lo tanto, cuando aparece una úlcera se infecta con facilidad, y puede volverse grave, difícil de tratar y terminar en una gangrena.
Los diabéticos tienen una probabilidad 30 veces mayor de requerir la amputación de un pie o pierna que quienes no tienen la enfermedad.
Desde pequeños
Como dijo la especialista Gestne Aure, endocrinóloga y vicepresidenta de la Asociación Venezolana para el Estudio de la Obesidad (AVESO), recalcó que la educación a los niños sobre los buenos hábitos de vida deben inculcarse desde la infancia.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), está comprobado que la actividad física puede ayudar a controlar el peso, a mejorar la autoestima y la capacidad de aprendizaje.
El médico colombiano Javier Gutiérrez, especialista en deporte, explicó que la actividad física es también una excelente herramienta no farmacológica que ayuda a disminuir patologías que están en aumento en los niños: el sobrepeso, la obesidad y la diabetes tipo 2.
Agregó, que la recomendación adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que los niños y adolescentes sanos de 5 a 17 años realicen un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa.
De este tiempo su mayor parte debe estar dirigida a actividad física aeróbica como caminar, correr o andar en bicicleta. Además, aconseja incorporar la actividad física de fortalecimiento óseo y muscular con ejercicios como push ups y saltar la cuerda, como mínimo 3 veces a la semana.
También, el especialista mencionó que las actividades físicas recomendadas deben variar entre niños y adolescentes.
Por ejemplo, según la CDC, los niños no suelen necesitar programas de fortalecimiento muscular, como levantar pesas porque por lo general fortalecen sus músculos cuando practican deportes como baloncesto, fútbol o trepan árboles, ellos requieren divertirse sin necesidad de un programa estructurado (entrenamiento formal) de cualquier disciplina deportiva.
Sin embargo, cuando los niños crecen y se convierten en adolescentes, pueden iniciar programas estructurados de fortalecimiento óseo y muscular. Esto se logra particularmente con programas específicos en el gimnasio o con la práctica de fútbol o baloncesto, entre otras actividades.
El doctor Gutiérrez añadió que existe evidencia científica que demuestra la relación entre el aumento de peso y más de 3 horas al día sedentarias. Sin embargo, indicó que no se trata de extremos ni de satanizar nada. “Si un niño hace actividad física en el parque, o asiste a un entrenamiento de alguna disciplina deportiva, puede llegar a ver televisión o a jugar vídeo juegos. Lo esencial es buscar el equilibrio entre actividades sedentarias y físicas”, indicó el especialista.
Prevenir la hipoglicemia
La hipoglicemia es la presencia de concentraciones muy bajas de azúcar (glucosa) en la sangre, y en pacientes diabéticos de alto riesgo, como ancianos, personas delgadas o quienes tengan múltiples enfermedades pueden padecerla, como explicó la médico endocrinólogo Gestne Aure.
Entre las causas se mencionan los fármacos, reacción al tomar medicamentos y otras causas como el ejercicio intenso.
“En este tipo de pacientes se deben usar medicamentos que produzcan menos tipos de hipoglicemias, a bajas dosis o los fármacos que tienen el beneficio de bajar la glicemia a niveles estables, por encima de 70”, agregó.
Mencionó que en pacientes que requieren insulina también tienen la opción de utilizar la bomba de insulina, que es un aparato que lleva el paciente en su cuerpo, conectado por un catéter subcutáneo que poco a poco va enviando la cantidad de insulina que necesite según la edad, tipo de diabetes, peso, entre otras.
“Algunos tienen un monitor que les detecta cuando baja mucho la insulina, con el objetivo de prevenir una baja de glicemia”, indicó.
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