En la segunda jornada de huelga general convocada en España en menos de un año se comenzaban a registrar los primeros enfrentamientos entre policías y manifestantes en el centro de Madrid, mientras en todo el país se sumaban 62 detenciones y 34 heridos.
La huelga, contra los recortes dispuestos por el gobierno de Mariano Rajoy, también afectaba al transporte regular en las carreteras y a los aeropuertos.
La medida cuenta con un fuerte acatamiento en la industria y mucho menor en el comercio minorista. Algunas calles céntricas de la capital, como Gran Vía, estaban cortadas por el amplio dispositivo policial ante la presencia de manifestantes y piquetes, lo que dificultaba el tráfico, e incluso el acceso peatonal a determinados puntos.
Testigos de Reuters vieron a la policía despejar a grupos de manifestantes en el centro de la capital.
La directora general de Política Interior, Cristina Díaz, dijo en la mañana que ya se habían producido 62 detenciones en diversas ciudades, con los servicios médicos atendiendo a 34 heridos, 18 de ellos policías.
Pese a ello, Díaz consideró que la jornada de trabajo se estaba desarrollando con «normalidad», contrastando con el punto de vista de sindicatos, que veían un respaldo «masivo» a la huelga.
En barrios madrileños de la periferia también se vieron manifestaciones. En el popular barrio de Hortaleza, unos 50 vecinos habían cortado una calle en las primeras horas de la mañana hasta que la policía los obligó a retirarse.
«Motivos hay más que suficientes, la reforma laboral, recortes en servicios públicos…», dijo Antonio González, un ingeniero de 60 años que se manifestaba con un grupo de vecinos.
Alto acatamiento en industria y grandes empresas
Los sindicatos dijeron que el acatamiento del paro en la industria del metal era del 83 por ciento, y de más de 90 por ciento de los trabajadores de servicios públicos tales como correos y la operadora ferroviaria Renfe.
Las tres aerolíneas nacionales, Iberia, Vueling y Air Europa, cancelaron unos 400 vuelos para esta jornada.
Mientras tanto, el Ministerio del Interior señaló que los servicios mínimos del 30 por ciento para cercanías, autobuses y trenes de largo recorrido se estaban cumpliendo en las grandes ciudades, aunque esto no impedía retrasos en el servicio. «Tuvimos que esperar una hora», explicó una empleada de limpieza en Madrid.
Como indicador del seguimiento de la huelga, el Ministerio del Interior dijo que, de acuerdo con los datos de red Eléctrica , el consumo eléctrico en España se situaba a primera hora un 16 por ciento por debajo del consumo previsto en condiciones normales, frente al 21 por ciento de la anterior huelga general, del 29 de marzo.
Tal como se preveía, mientras los trabajadores de grandes empresas e industria secundaban de forma masiva la huelga, ésta no obtenía el mismo nivel de adhesión entre trabajadores de pequeñas y medianas empresas y entre algunos trabajadores de la función pública.
El principal partido de la oposición, el Partido Socialista, apoya la convocatoria a esta huelga, aunque la mayoría de sus diputados han acudido al Parlamento, algunos de ellos han mostrado pancartas en favor de la huelga durante el pleno del Congreso, y esta tarde está prevista una reunión con el Gobierno para tratar la problemática de los desahucios.
Foto: AP/ Reuters