Cada una aborda a partir del vitral diferentes inquietudes: la figura masculina, la soledad y el tráfico de animales silvestres
La galería Rafael Monasterios de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) se enalteció con la inauguración de la colectiva Fuego, forma y color en tres presencias de las creadoras caraqueñas Raiza Carreño, Beatriz Peñín y Amarilis Hannot.
La muestra que se celebró la noche del lunes 12 de noviembre en ocasión del quincuagésimo aniversario de la UCLA y a propósito del Festival de las Artes, conjuga significativas propuestas a partir del vitral. El profesor Carlos Figueredo Álvarez, director de Cultura de la UCLA, destacó que de esta manera, las reconocidas artistas comparten su talento creado con el gentilicio larense.
“Se trata de tres conceptos que se entremezclan para crear una visión artística que se inscribe en los anales de la plástica regional”.
El color, histórica y simbólicamente representado en el arco; el fuego, simbolizado como un emisario divino; la forma, propiedad visible de lo animado y lo inanimado.
“Tres escenarios que hablan del movimiento artístico de la capital. Beatriz, Amarilis y Raiza unen sus caminos, los cuales las han conducido a diferentes encuentros nacionales e internacionales”.
En esta oportunidad, esos caminos convergen en Barquisimeto, donde los policromos crepúsculos se asemejan a celestiales vitrales, adornan atardeceres y forman una exquisita sinfonía de armonías y colores.
“La luz, el vidrio y el color, protagonizan y rivalizan en majestuosa sinergia que atrapa en su seductora magia al espectador, al influjo del fuego, mediante delicadas líneas dan formas misteriosas, sugerentes, en la que subyacen facetas históricas, químicas, físicas, religiosas del vitral… emergen para el deleite del espectador”.
Piezas utilitarias y artísticas
EL IMPULSO también conversó con las creadoras para conocer más detalles de sus obras.
Raiza Carreño, vitralista egresada de la escuela de artes Cristóbal Rojas, nos dijo que su trabajo consiste en llevar la figura masculina a otro contexto.
“Trabajo con piezas utilitarias: puertas, mesas, sillas, entre otros recursos que convierto en obras de arte, específicamente, vitrales, todo esto a partir de la figura masculina”.
Con 13 años en el campo del arte, Carreño continúa desarrollando su carrera en un taller de vitrales conjuntamente con el maestro Leonel Durán, creador del vitral La patria se viste de justicia que se encuentra en el Edificio Nacional de Barquisimeto.
“Estando en la escuela de arte me enamoré del vitral. Abordo la figura masculina porque por lo general los modelos de la escuela son damas… así comencé a abordar la figura masculina llevada al vitral”.
Escapando de la soledad
Beatriz Peñín, se destaca como artista de las artes del fuego. Trabaja el vidrio y concibe dos propuestas en una: hace del vitral una escultura. En esta ocasión presenta la serie Atrapada en el tiempo, figura que se asemeja a una telaraña de la cual la creadora se separó para escapar de la soledad, tal y como explicó Peñín.
“Aunque estemos acompañadas por los hijos, esposo y familia, la mujer siente soledad… a través de mi arte escapo de esa soledad”.
En defensa de los animales
La creadora Amarilis Hannot tiene 35 años trabajando la cerámica.
“Desde entonces decidí utilizar mi obra en defensa de los animales, desde los animales silvestres que se contrabandean fuera por su piel o plumas, hasta los perros abandonados en las calles”.
La artista agregó estar en contra de las corridas de toros, peleas de perros y gallos, toros coleados y todo hecho que perjudique a un ser vivo inofensivo para el placer de un hombre.
Señaló que se habla muy mal del cocodrilo y el tiburón, no obstante, considera que es el hombre quien invade los espacios de estos animales, por la vorágine de construir sin medir las consecuencias.
“Trabajo esto desde hace años. A través del arte lo consagro, lo afloro y lucho por los animales. Ese es mi aporte”.
Fotos: Rinolfo Quintero