A propósito de la admisión de Venezuela como miembro del Consejo de Derechos Humanos dela ONU, especialistas en la materia ven con asombro las contradicciones que han quedado saldadas por quienes conforman el foro universal.
Mientras algunos consideran que se trata del triunfo de la diplomacia dictada por los intereses económicos, otros prefieren considerar las implicaciones que tendrá para el país en cuanto al compromiso que se ha impuesto al Estado, el cual debería adaptar su realidad a los valores morales que promulga y comenzar a cumplir con las obligaciones que ha venido soslayando.
“Más allá de las contradicciones que representa este ingreso, yo quiero mirar las obligaciones que representaría para un país consistente. En esa línea, esta podría ser una feliz ocasión para: primero, desarrollar una agenda pendiente de diálogo interno en materia de DDHH; segundo, para abrir la visita de las relatorías dela ONUque han pedido venir al país (a las que el gobierno ha negado el ingreso) y, en tercer lugar, para que el Estado reconsidere la salida del sistema Interamericano de Protección, el cual informa y nutre al propio Consejo de DDHH dela ONU”, expresó la directora de ong Control Ciudadano, Rocío San Miguel.
De acuerdo con la percepción de la jurista, no fue ninguna sorpresa la decisión conocida este lunes, no tanto por la pulcritud del Estado como cumplidor sino por la “intensa actividad diplomática desplegada por Venezuela en el seno dela ONUpara asegurar su puesto”. No obstante, aseguró que la “inconsistencia es visible”, más cuando una semana antes el gobierno ratificó su voluntad de abandonarla Comisión Interamericanade DDHH.
Por otro lado, San Miguel consideró que “el Estado no puede perder de vista que ya en el pasado algunos miembros fueron expulsados de ese foro, como ocurrió con Libia el año pasado, es decir, el Consejo no legitima a un Estado en su respeto a los DDHH”, acotó.
Así mismo, la jurista recordó que en el Exámen Periódico Universal el país fue sometido a una evaluación que fue deficitaria, en la cual le formularon más de 90 observaciones de las que el gobierno reconoció sólo 30. “Esto es una deuda con el EPU, que tiene un lapso de 4 años para honrar. Su permanencia en el Consejo no la exime de sus responsabilidades, y estas estan pendientes”, precisó la directora de Control Ciudadano.
Esperanzas
Por su parte, aunque expresó su desacuerdo con la decisión, el abogado defensor de la jueza María Lourdes Afiuni, José Amalio Graterol, ve con optimismo las consecuencias que podría tener. En su opinión, debería ser inmediata la liberación de la “presa política”, cuya detención arbitraria fue establecida por una resolución de la propia ONU.
“Hay una situación bien importante allí: ese Consejo es el que elige a los relatores de los DDHH, personas como Gabriela Knul (relatora parala Independenciade Jueces), quien ha pedido la liberación de la doctora Afiuni; también elige al Grupo de Trabajo Contra las Detenciones Arbitrarias y Venezuela no ha tomado en cuenta ningunas de las exhortaciones hechas por estas entidades”, explicó el abogado.
Recordó que aunado a esto, su defendida basó la decisión que le costó su libertad, es decir otorgar la libertad condicional al banquero Eligio Cedeño, en una orden del mismo grupo de trabajo.
“Es muy interesante la situación ahora que Venezuela conforma ese Consejo, y vamos a ver qué va a hacer. Ahora, formando parte de esa instancia, ¿cómo van a hacer para no cumplir las recomendaciones que dé el mismo Consejo?”, advirtió Graterol.
“A mi criterio, no estamos de acuerdo con que Venezuela este en el Consejo, porque este gobierno ha sido eminentemente violador de ddhh, pero ahora el gobierno se encuentra en un compromiso de cumplir con los dictámenes emanados de esa instancia”, precisó Graterol.
Ante este planteamiento, por los momentos queda una gran expectativa y dos escenarios posibles: “O Venezuela va a hacer el papel de Estado forajido, de doble cara en ese Consejo, o sencillamente le corresponde cumplir con las recomendaciones, y uno de esos dictámenes es que la detención de María Afiuni es arbitraria”, concluyó el abogado.
Amigos del petróleo
La profesora de Derecho Internacional enla Universidad Centralde Venezuela, María Teresa Belandria, destacó la necesidad de considerar el mecanismo mediante el cual ingresó el Estado venezolano al Consejo de DDHH como un factor importante en el resultado.
Calificó el sistema universal como un “club de amigos”.
“Se hizo una votación abierta en la cual todos votaron para definir los tres cupos que correspondían a América Latina. Entraron Argentina, Brasil y Venezuela. Ahora, saca la cuenta, ¿cuantos países dependen de Petrocaribe?, ¿cuantos países dependen del Alba?, ¿cuantos países del mundo árabe estan con Chávez?”, advirtió.
“Lo que tenemos que pensar es quiénes votaron por Venezuela, y cuando empiezas a sumar, resulta que el país tienen un montón de amigos, que no son amigos de Venezuela, sino de las divisas que genera el petróleo”, resumió.
De igual modo, la internacionalista recordó que una de los defectos del derecho internacional es la carencia de mecanismos para hacer cumplir las resoluciones que se generen de la supervisión, muchas de las cuales terminan siendo no acatadas.
“Dependen del cumplimiento voluntario de los países”. Pero cuando ya la cosa pasa al plano del genocidio, entonces se activan los mecanismos, en lo que Siria representa un ejemplo, a pesar de que no se ha hecho nada para detener la situación porque hay un bloqueo de Rusia y China, países que tienen negocios con el gobierno de Al Asad”, acotó Belandria.
Finalmente, la académica estuvo de acuerdo con que a raíz de este nombramiento el gobierno de Hugo Chávez quedaría técnicamente comprometido. Sin embargo, lamentó que “los Estados miembros que eligieron a Venezuela desconozcan el funcionamiento interno del país, y además que a este gobierno no le gusta que lo supervisen”.
“Si piensan que teniendo a Venezuela dentro del Consejo les va servir para vigilarlo más de cerca, se van a llevar una sorpresa, porque así como el gobierno decidió retirarse dela Corte Interamericana, cuandola ONUcomience a exigirle el cumplimiento de pautas también se va a salir”, previó la abogada.
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