El entrenador Eduardo Saragó dijo sentirse “muy triste” porque nunca imaginó que, el empate 3-3 contra Llaneros en el estadio Rafael Calles Pinto, sería “el partido que sería mi último dentro de esta institución”, ya que pensaba que “esto pasaría dentro de tres años, cuando se cumpliese mi contrato”.
Taciturno, con la mirada algo perdida y evidente tristeza, el estratega resaltó “lo increíble que es este grupo”, al decir que “será difícil nivelarlo, en todos los sentidos”. Se refirió con especial ahínco al hecho de que “con diez jugadores, tres veces le dio la vuelta al partido este grupo, con un penalti que no nos pitaron, expulsiones, un gol con la mano. Esto es inigualable”.
“Esto que se está viviendo es doloroso”, manifestó antes de contar que “me esperaba un partido duro, sí, pero no con tantas injusticias. Llaneros es uno de los mejores equipos del campeonato, no tengo la menor duda y más si jugamos diez contra 11 y, hasta un poco más, durante noventa minutos”.
Recordó que “con los resultados que se dieron, el equipo está a un partido de salir campeón. Esta es una tristeza muy grande, pero tendremos que asumirlo. Las familias de nosotros están sufriendo mucho, hasta de salud, pero ahí vamos”.
Consultado sobre si era realmente un adiós, no dudó en decir “sí”. “Nosotros no jugamos más, de eso pueden tener la plena seguridad. A menos que se solvente la deuda, pero por los vientos que soplan, no hay vida”.
Dijo que no se siente “con muchas ganas” al pensar en su futuro y que se irá “a compartir con mi familia. Todo el mundo sabe que estoy atravesando un mal momento personal y voy allá a pasar estos días, que son muy duros. Ojalá la situación delicada que vivo también mejore”.
Foto: Daniel Báez/Enviado especial
