Las relaciones económicas y comerciales de Venezuela con China son realizadas con toda discrecionalidad y sin transparencia por el Ejecutivo Nacional y, en particular, por su principal gestor, Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo, y presidente de Pdvsa.
Al hacer la declaración, el profesor Pedro Pablo Alcántara, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo, manifestó que no existe información detallada del endeudamiento que debiera ser del conocimiento de la Asamblea Nacional para los efectos del control social.
Desde luego, tampoco tienen conocimiento los habitantes de estados y municipios, a quienes les han venido siendo arrebatados parte fundamental de la transferencia de los recursos que corresponden al situado constitucional y a la distribución de recursos extraordinarios, producto del incremento de los precios petroleros.
Todo se centra en algunas expresiones vertidas por el mencionado ministro en comparecencias ante la Asamblea Nacional, sin fundamentación documental, por cuanto tales acuerdos no fueron conocidos previamente antes de ser discutidos y luego firmados por la República.
Son deudas que ya superan los 37 mil millones de dólares, cifra sumamente monstruosa en un país que ha venido percibiendo ingresos cuantiosos por la venta del petróleo.
Sin embargo, manifestó, no hay manera de hacer seguimiento, observaciones y recomendaciones sobre los diversos rubros que vienen señalados como endeudamiento no sólo en la moneda nacional o china sino en dólares.
En base a lo expresado por el presidente de la República y los otros funcionarios del Ejecutivo Nacional, están diversificados en un conjunto de inversiones que constituyen obras inconclusas, proyectos que no se realizan de manera eficiente, de conformidad con lo admitido por el propio Hugo Chávez, cuando ha señalado la falta de continuidad o la conclusión de trabajos de alta envergadura.
En este sentido cabe mencionar el ferrocarril Puerto Cabello-Maracay-La Encrucijada-Valle de la Pascua, que concluiría con un ramal hacia la zona del hierro, en el estado Bolívar, cuya ejecución ha sido de larga duración y las empresas han sido sustituidas sin que se rindan informes y establecer responsabilidades de las fallas atribuidas a la ejecución presupuestaria.
Sobre el mismo particular hay que señalar el ejemplo de incumplimiento en Barquisimeto, donde se está rehabilitando hace más de 9 años el trayecto Barquisimeto-Chivacoa-Puerto Cabello.
Además, al no existir una vinculación de los recursos de ese endeudamiento por la vía de la distribución de obras por ministerios y otros organismos, encontramos que esta es la caja secreta más grande de la historia venezolana.
Foto: Elías Rodríguez