El drama de la acumulación de los desechos sólidos en las comunidades más populosas de Palavecino, parece no llegar a su fin, por el contrario, con el paso de los días y semanas, se hace más insoportable.
En urbanizaciones como Los Pinos, Daniel Carías y Banco Obrero, la basura ahoga a sus habitantes, quienes con impotencia deben almacenar las bolsas frente a sus viviendas, soportando malos olores, la proliferación de moscas y roedores.
A juicio de William Gil Zamora, residente de Los Pinos, este problema ha sido constante desde que el alcalde Richard Coroba, “se encaprichó en revocar la concesión a Sateca”.
-Esta empresa privada, pese a la propaganda diabólica del alcalde Coroba, administraba mucho mejor la recolección de los desechos sólidos, aseguró Gil.
Más basura y menos servicio
Dijo que luego que el Instituto Autónomo de Servicios Públicos del municipio, Iaspmupal, iniciara sus funciones, “contrariamente de la supuesta flota de camiones compactadores que dice el alcalde poseer, no ha podido regularizar el servicio”.
Otro de los pretextos del alcalde, dijo Gil, esbozado en los medios televisivos, es que la población de Palavecino ha crecido, aseveración que me parece una burla para los contribuyentes, porque de paso la tarifa es de 89 bolívares mensuales, por lo que pregunto: dónde están los recursos que obtiene el fulano instituto por concepto de recaudación.
Temor a una epidemia
Las urbanizaciones Daniel Carías y Banco Obrero, con dos mil viviendas menos que Los Pinos, también luce atiborrada de bolsas malolientes en cada esquina, reja, portón o calle.
Pastora Bravo, residente de la zona, subrayó que la acumulación de basura ya comienza a hacer estragos entre los residentes.
Dijo que los ancianos ya comienzan a padecer de diarreas y los niños de vómitos, “mientras las moscas se reproducen”.
Explicó que las bolsas de desperdicios tienen en la calle unos 15 días “y ya no tenemos lugar en dónde depositarlas”.
Fotos: Luis Alberto Perozo Padua