Además del paciente que no abandona la medicación y quien continuamente requiere de una recetas para sentirse seguro, el más difícil de tratar es aquel que se niega a obedecer las órdenes del médico.
Un estudio reciente ha revelado que cerca del noventa por ciento de todos los pacientes dejan de tomar una serie completa de antibióticos, un hecho que solamente conduce a que la bacteria produzca una mutación hacia una forma más resistente a esos medicamentos.
Se ha encontrado que un porcentaje similar de pacientes han hecho trampas con su dieta, continúan fumando, y dejaron de ir a visitas de control de sus médicos (mintiendo a quienes le preguntan), aun cuando sus vidas se consideraban en peligro.
Un investigador notó que los educadores (maestros y profesores) parecían estar en los grupos de los pacientes menos obedientes, pensando que podían cambiar todo lo que los médicos les dijesen.
Los jóvenes ejecutivos también representan un problema con su actitud de «dame solamente lo necesario como para pasar». De acuerdo con un estudio, los ingenieros son mejores pacientes, dado que se sienten obligados a seguir órdenes explícitas.
A la larga, el resultado concreto de no seguir las directivas médicas conduce casi siempre a estar menos saludable, aun cuando la salud hubiera mejorado temporalmente o se hubiese vencido a la enfermedad.
El hombre más sabio de la historia, Salomón dice «El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída.» (Proverbios 16:18 NTV)
Esto es un verdadero aviso para muchos profesionales… y especialmente en lo que respeta a la sabiduría de la Palabra de Dios y por supuesto al sentido común.
Muchos escuchan consejos, solamente el sabio los aprovecha. El hecho de tener la información acerca de la solución no es suficiente, necesitamos obedecer y seguir lo que la solución nos indica, igual que cuando conduces con un GPS, necesitas creer en la ruta que te indica para llegar a tu destino.
Falta de confianza u orgullo
Una de las razones por las cuales no obedecemos es por falta de confianza, la segunda razón es el orgullo. Por ello los sabios buscan el consejo, saben que por muy inteligentes que sean, siempre habrá puntos ciegos en el camino de su vida, donde necesitarán la mirada de otros.
Lo que más valoran los grandes deportistas de sus entrenadores, no son sus logros, conocimientos o destrezas, sino su mirada, ellos pueden ver en el atleta, lo que este no ve mientras está en ejecución. Todo gran atleta, necesita un entrenador, esto le permite llegar más lejos y más rápido. Alguien a su lado que corrija esos movimientos fuera de lugar. Es sabio tener mentores en nuestra vida, pero sólo aprovechas al máximo si les obedeces. El orgullo crea una barrera y autosuficiencia saboteadora. La fe comienza donde termina el orgullo y la autosuficiencia.
En cuanto al orgullo Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego, escribe: «El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir.» el apóstol Pablo advierte: «Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!» (Romanos 12:16) Note que la frase: ¡No piensen que lo saben todo!» esta entre signos de exclamación, algo que denota un llamado insistente ante nuestra soberbia y enaltecimiento. Nuestra personalidad impulsiva nos hará meternos en muchos problemas, pero es el orgullo lo que nos mantendrá en ellos.
El seguir indicaciones es una habilidad que nos hace mas fuertes. Así como muchos abandonan el tratamiento médico cuando ve una mejoría, así muchos abandonan a quienes le orientan o a sus consejeros cuando consiguen alivio a su dolor emocional o cuando las circunstancias han cambiado, lo que no saben, es que, si no tratan profundamente con su defectos de carácter o patrones destructivos, esa sensación de mejora, sólo los conducirá a un abismo con mayor rapidez, lo cual a la larga les llevará a la destrucción.
Cuantas veces he visto a matrimonios venir matrimonios a la iglesia o en busca de consejo mientras están en la crisis, se sienten quebrantados y temerosos a perder algo tan preciado, ellos insisten en que se les atienda, van puntualmente a las consultas o consejerías, hasta que la esposa regresa, o la crisis cesa, después de eso, sienten que ya no necesitan más. Eso es orgullo, algo que nos conduce a la destrucción.
Hablemos de la confianza
En cuanto a la falta de confianza, debes saber que, cuando dejas de confiar en alguien se debilita la relación, cuando no eres confiable creas una grieta. Una ruptura en la confianza mostrará una ruptura en la relación. ¿Cuán confiable eres para con tus relaciones? si amas a alguien, muestra por medio de tus acciones cuán confiable eres. No permitas que nada empañe ese puente. Las mentiras, los ocultamientos, las asperezas y otros factores, crean grietas y a la larga un distanciamiento. Confianza es el fundamento de todos los vínculos, sea con el cónyuge, con tus hijos, con tus autoridades y con Dios. Confianza y fe son la misma palabra en el hebreo. No hay diferencia.
La confianza es fundamental cuando se trata de obedecer, solo obedeces a aquellas personas en las cuales confías. Por ello Jesús nunca hizo un llamado a obedecerle, sino primero a seguirle. Cuando le sigues llegará un momento donde le crees, y una vez que crees en él y confías en su amor, luego el resultado será obedecer. Los religiosos se empeñan en mostrar a un Dios quien sólo está interesado en que le obedezcas, pero no hay algo que agrada más a Dios que confíes en Él, esa es la verdadera fe.
Identifica el destino al cual deseas llegar, y evalúa la ruta por dónde vas, quizás tu ruta y tu destino son distintos porque no has decidido poner en práctica las instrucciones del médico, o el consejo sabio que has recibido, haz una pausa y ve hacia la ruta que te llevará a tu destino, obedece el consejo sabio y terminarás bien. Esfuerzate y Hazlo. Twitter: @reajose