Reflexiones en positivo
Trabajo e ilusión es el principio de la iniciativa, mas la voluntad, responsabilidad y deseos de superación.
Bajo estos principios ha transitado el hoy Doctor Honoris Causa Don Concho Quijada, ejemplo de trabajo y principios firmes, razones muy poderosas que hacen al hombre de trabajo cada día más fuerte y respetado en el mundo del hacedor y gente decente que siempre piensa en producir mucho más de lo que consume. Este es mi admirado amigo Concho Quijada, quien ha sido un buen ejemplo para los que tenemos el trabajo como una honra y lo disfrutamos con pasión y por encima de cualquier temporal.
Para hablar de Don Concho necesitaríamos mucho espacio para describir su larga y ejemplar trayectoria, pero tratándose de personajes como la figura de este productor del campo, impresionante de gran envergadura, en un espacio tan difícil sobre todo en este momento que no despierta ningún interés en quienes pueden apoyarnos para tener una independencia de una economía agrícola y pecuaria en nuestro país, para mi no significa ningún esfuerzo escribir a voluntad propia y tomarlo como un homenaje que nadie me ha solicitado, solo el espíritu de hacer me motiva y me hace sentir como un venezolano amante del trabajo, el contar con personas de mente amplia, con empresarios sin frontera que aglutinan gente y los motivan al trabajo e independencia personal, sin egoísmo y sin diferencia, gente de buena voluntad, sin discriminación.
Tenga cinco o diez mil hectáreas no importa, súmense y sean bienvenido a este mundo donde a usted se le respete, y sea parte de la solución y no del problema, estas grandes empresas donde se benefician millones de personas y su único compromiso es la ética, responsabilidad y el respeto, no se porque se me da un parecido al socialismo de los países desarrollados que no existe ningún atropello, donde el éxito y la unión es para todos, sin que exista el quítate tu para ponerme yo, con cuentas claras donde se permite el aprecio mutuo y el apoyo entre sí.
Dios le dé larga vida a Don Concho y ojala dentro de su semillero donde él ha sido maestro espontaneo y a tiempo completo por el bienestar del país, haya sembrado bien sus conocimientos y salgan de ahí muchas mentes y voluntades como mi admirado amigo Doctor Concho Quijada. Debemos sentirnos muy contentos cuando Concho nos cuenta parte de su vida y avances cuando salía de su tierra natal, sin mucho conocimiento en lo que lo había enviado su papá, ni siquiera le pasaba por la mente que estaba destinado al trabajo del campo. Venía con la ilusión que al llegar a tierra firme en su equipaje llevaba dos trajes a estrenar de casimir que le regaló su papá, confeccionado por el mejor sastre de su pueblo natal, cuando llegó el gran momento de estrenar y que por primera vez se iba a vestir de paltço y corbata. Cuál sería su sorpresa que cuando se colocó su primer traje el paltó tenia una manga más larga que la otra y cuando procedió a estrenar el segundo traje, el pantalón tenía una pierna mas larga, estas y muchas otras anécdotas son de sus propias palabras, gracias a la confusión por no haber aclarado bien su situación con su papá el destino lo llevó donde estaba su vocación de productor del campo.
Don Concho es de esas personas que vino al mundo a ser útil, manteniéndose ocupado, actuando con cohesión, pensamiento y acción compartiendo conocimientos en una forma espontanea, donde su mensaje es una invitación al trabajo y al ciudadano que marque el camino al bienestar como todo buen líder siempre aliado con la humildad.
Así que Don Concho siga adelante que sus proyectos por realizar sean superiores a sus sueños recuerde que se es joven mientras exista proyectos y no tenga resentimiento del pasado ni temor al futuro, aun queda mucho por hacer y el destino de este país depende de hacedores como usted que con la ayuda de Dios y el esfuerzo de la gente de trabajo pueda enseñarle la autopista del éxito a los hacedores y deshacedores enseñándoles que hay que construir y no destruir, hay que producir comida. Don Concho, no existe un amor tan grande como el amor a la comida.
Unidos todos por La producción nacional.
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