#Opinión: Tecnología para el presupuesto participativo Por: Radamés Graterol

El presupuesto participativo es un herramienta social que utilizan los gobiernos para garantizar que los ciudadanos intervengan  en la gestión gubernamental, a los fines de seleccionar con sus votos y deliberaciones cuales serán los programas y las obras que deben ser presupuestadas por los gobiernos locales, regionales o nacionales.
Para ellos amparados en normas constitucionales, legales y locales se reúnen los vecinos-delegados  de diversos sectores con los funcionarios públicos, y conjuntamente deciden en que invertir los recursos del erario público para el año fiscal siguiente. Bajo toda una metodología claramente señalada, se convoca por diversos medios de comunicación para que en diversas asambleas se determinen los problemas prioritarios de índole colectivo y las posibles soluciones a esas carencias.
Esta iniciativa que tiene su origen en Porto Alegre, Brasil y que fue utilizada por primera vez en Venezuela en el municipio Caroní en el primer gobierno de Clemente Scotto  y luego desarrollada por este servidor en el municipio Morán del estado Lara,sin duda alguna es una muestra clara de la verdadera democracia protagónica y participativa que debe ser exigida por todos los venezolanos. Como testigo de excepción  cuando desarrollamos esta actividad pude notar que entre  muchas de las ventajas  que ella posee, es que la misma permite claramente   la consolidación de la legitimidad de desempeño de los gobernantes, pero también, que una de las debilidades que se presentaba con frecuencia, era la inefectiva convocatoria de los ciudadanos y a su vez su escasa participación en las reuniones que se realizan.
Como la idea es perfeccionar la democracia y acercar cada día mas al ciudadano con los decisores, considero necesario sugerir a cada uno de los actores que participan en esta actividad, la utilización de la tecnología que permite a través del uso del telemarketing, las redes sociales como el twitter y el Facebook a los fines de consultar a mucho de los ciudadanos por esta vías, sin necesidad de que acudan a las asambleas que muchas veces le son esquivas: por otras ocupaciones, problemas de movilidad, desgano, grandes distancias, o simplemente por una apatía colectiva que ataca según mi criterio mas a los habitantes de las zonas urbanas que de  las rurales.
Qué interesante sería crear una parroquia piloto donde en un ejercicio de democracia directa los electores que hacen vida en ella, decidan que obra o que programa social prefieren en su jurisdicción usando varios mecanismos como los siguientes: votaciones en las maquinas del CNE, respondiendo cuestionarios enviados a sus teléfonos o correos electrónicos o simplemente respondiendo una llamada en vivo para seleccionar la opción de su preferencia, de estas y otras maneras que existen en la nueva era no habrá excusa suficiente para la ciudadanía de no hacerse partícipe en las decisiones importantes para su comunidad.
Hay que valerse de los nuevos inventos para profundizar la cultura de participación en los asuntos públicos , de lo contrario corremos el riesgo de seguir en un sistema político electoralista que solo se manifiesta cuando hay comicios estrictamente para elegir a legisladores o miembros del poder ejecutivo en todas sus expresiones geográficas. Ciudadanos y gobernantes ahí esta la idea depende de todos que la pongamos en practica por la salud de una Venezuela que busca la solución de sus problemas sin importar que partido asume su bienestar.