#Opinión: A luchar, a votar y a ganar Por: Joel Rodríguez Ramos

No hay sitio en Barquisimeto donde vaya y no me pregunten qué vamos a hacer o qué va a pasar con respecto a la situación política del país. ¿Por qué perdimos el 7O, qué pasó ese día? ¿Hubo o no hubo fraude? En los tribunales, en los centros comerciales, en la iglesia, en las universidades, en fin, en todas partes donde voy, aparece ese sentimiento de pesar y de incertidumbre y la pregunta de si debemos o no votar el 16D es recurrente. Reconozco la confusión y tristeza en muchas personas que me encuentro en la calle. Siento la obligación de animar a todos, de fortalecerlos en la decisión de continuar luchando por el país, estén donde estén y desde la actividad a la cual se dedican. Una diferencia importante entre los sectores democráticos del país con los partidarios del régimen, es que éstos últimos luchan por su “revolución”, por su partido político e ideas, por mantener una hegemonía en el poder, no son nobles en sus intenciones, mientras en los sectores democráticos prevalece la idea de luchar por toda la gente, por todo el país, por sus instituciones, por su democracia y por su porvenir.
He dicho muchas veces que la vida no está hecha por Dios para vivirla sin dificultades, el secreto está en saber afrontar, por el tiempo que sea necesario, esas dificultades que se nos presenten. Existen muchos ejemplos en la historia de la humanidad. Ganan siempre quienes tienen paciencia y constancia en la lucha que emprendan. Un ejemplo que suelo dar es el caso del sindicato polaco Solidaridad y su líder fundamental Lech Walesa, premio Nobel de la Paz, cuyas luchas he estudiado con detenimiento. La lucha contra el régimen comunista de la nación polaca, vigilado y controlado por los soviéticos, a quienes la cúpula comunista de Polonia tenía que rendir cuentas, fue muy dura y prolongada. Se presentó muchas veces el hastío y el desaliento entre quienes aspiraban un país mejor y democrático. La antigua URSS ordenó la detención de miles de polacos, muchos fueron asesinados, pero los que sobrevivieron continuaron luchando.
Al final la Unión Soviética amenazó con invadir Polonia si continuaban las huelgas y protestas de Solidaridad y el mundo entero se opuso y no pudieron invadir. Jugó un papel extraordinario el más grande líder de la humanidad del siglo XX y comienzos del XXI: Juan Pablo II. Por cierto, al siempre triste señor Jaua, debemos recordarle que mientras Fidel Castro, a quien calificó del más grande benefactor de la humanidad, es  un dictador y asesino,  Juan Pablo II le ahorró muchos muertos a la humanidad, sólo predicando la existencia de Dios, la eminente dignidad del ser humano, el respeto a la vida, a la libertad y a la democracia. Resalto pues, la constancia y la paciencia de aquella gran nación polaca. Unos años después de comenzada la lucha en Polonia por sindicatos libres, el gobierno polaco los reconoció y al final el comunismo cayó, se desintegró la URSS y el Muro de Berlín se vino abajo. Por eso la humanidad no olvida al gran Juan Pablo II. Todo eso ocurrió sin disparar una sola bala.
En Venezuela no podemos ni debemos desmayar en una lucha que ya es larga pero, paradójicamente, sigue siendo corta y cuyo desenlace puede que tarde un poco más de tiempo, pero algún día llegará. A quienes me preguntan les digo que hay que luchar, hay que votar y hay que ganar. Los únicos éxitos que hemos tenido los sectores democráticos de Venezuela durante estos 14 años, ha sido votando, recordemos 2007, 2008 y 2010. Todas las demás iniciativas han fracasado. Este 16D habrá que votar, mantener las gobernaciones que hemos ganado antes y sumar unas nuevas, todo eso es no solo posible, sino muy necesario para la causa de la libertad y la democracia. Sabemos queluchamos en un país donde no hay instituciones libres y autónomas, incluyendo el CNE y el TSJ, pero precisamente por eso, porque no hay instituciones, es que debemos luchar, votar y ganar.