#Opinión: Ingenieros Por: Otto Acosta

Los primeros ingenieros formados en Venezuela, en la Academia de Matemáticas fundada por el sabio Juan Manuel Cajigal, fueron Olegario Meneses, Juan José Aguerrevere, Manuel María Urbaneja y Rafael María Baralt, éste de admirada presencia literaria.
Hubo luego otras promociones que indicaron crecimiento, fortaleza y unidad en los profesionales venezolanos de la ingeniería. Y a finales del año 1860, mediante Decreto del presidente de la República, Manuel Felipe Tovar, se dieron los primeros pasos hacia la colegiación mediante el reglamento de aquella academia.
Un año después de este avance, viviendo el país una dictadura bajo la presidencia del general José Antonio Páez, hombre héroe, caudillo y autócrata, en ese tiempo con el sol en la espalda conduciendo su último período de gobierno frente a los humos de la Guerra Federal, se instaló formalmente en Caracas el Colegio de Ingenieros de Venezuela.
La apertura de esta institución se llevó a cabo en la sede del centro educativo Santa María, el 28 de octubre de 1861, tras haber realizado una asamblea preparatoria en la que participaron más de 20 ingenieros que instalaron la primera Junta Directiva. Esta quedó conformada así: Juan José Aguerrevere (presidente), Lino José Revenga y Felipe Estévez (vicepresidentes), Agustín Aveledo y Francisco de Paula Acosta (secretarios).
Este naciente Colegio de Ingenieros dependía del Poder Ejecutivo, adscrito al Ministerio de Guerra, para brindar asesoramiento en asuntos de su competencia. Su principal finalidad era fomentar las Ciencias Exactas y Naturales, más otros objetivos en materia de construcción durante esa época del siglo XIX: puentes del ferrocarril Caracas-La Guaira, mercados públicos, acueductos, templos religiosos, tranvías, recintos educativos y estudios de límites geográficos. De aquel comienzo ahora se están cumpliendo 151 años.
Acá en Barquisimeto, de lento crecimiento urbano, en la primera mitad del siglo XX laboraron competentes ingenieros, entre ellos algunos venidos del exterior. Figuraron los nombres de Luis Muñoz Tébar, Hermano Juan, Roland Coulteau, Adolfo Dube, César Camejo Oberto, Enrique Martín, Omar Soteldo Daza y otros de obra histórica aún presente: Teatro Juares, Colegio La Salle, Museo de Barquisimeto, Parque Ayacucho, Palacio de Gobierno, Cuartel Jacinto Lara, Mercado San Juan y Estadio Olímpico Lara.
Fue en octubre de 1943, en una Barquisimeto todavía con rostro parroquial, cuando 23 profesionales de esta rama tomaron la iniciativa de organizar el Centro de Ingenieros del Estado Lara. El acto de firmar el documento constitutivo se hizo en una vieja casa de dos plantas, ubicada en la calle Wonhsiedler entre Comercio y Miranda (ahora calle 28 entre carreras 20 y 21), donde empezó a crecer tal agrupación gremialista que tuvo en el ingeniero barquisimetano Omar Soteldo Daza, graduado en la Universidad Central de Venezuela, uno de sus principales propulsores.
Por estos días este Centro profesional, que agrupa Ingenieros, Arquitectos y Afines en su sede de la carrera 15 con calle 59, está celebrando 69 años de vida. Su Junta Directiva, integrada por los ingenieros Antonio Menuto (presidente), Luis Vásquez (vicepresidente), Damián López (secretario), Néstor Galíndez (tesorero), Beatriz Rodríguez y Belisario Gutiérrez (vocales), programaron junto a otros cuerpos directivos de esa institución variadas actividades: misa, conferencias, deporte, actos sociales y fiesta infantil, con especial ofrenda al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, ingeniero y héroe de la Patria.