En elecciones presidenciales se hizo rutina el previo emplazamiento del régimen a convalidar los resultados y como ocurrió cuando Manuel Rosales, lo primero que hizo el candidato de unidad, fue reconocer derrota.
A las 6pm del 7-0 “ganábamos por casi un millón de votos”, reportaba en blog Roberto Olivares, quien cita “cifras que manejaban militares patriotas y comando Venezuela…Ganó por más de 10 puntos porcentuales”.
Fundamentaba su afirmación en reportes de agencias internacionales de noticas que transmitían exit polls de CNN y encuestadora Varianzas que daban entre 6 y 3 puntos de ventaja. Así lo publicaron páginas digitales de los prestigiosos diarios ABC, de Madrid y Le Monde, de Paris.
Tajante es el diplomático estadounidese Roger F. Noriega: “debe quedar claro incluso para el observador común que Chavez no ganó un combate justo”. Según la analista Marta Colomina, quien invoca a “uno de los más veteranos y dateados periodistas” se trata de un golpe de Estado a Capriles.
Ahora se dan por consolidados con la corrupción electoral, para no usar la palabra fraude que la dirigencia se empeña en erradicar.
Para muchos eso resultó la frustración que sigue vigente.
A la historia pasan trampas, chantajismo, intimidaciones. Nada de bloqueo del flujo de votantes, normas de propaganda electoral y destrucción de la opositora, abuso de cadenas de Radio y tv, utilización de los recursos públicos, violencia política, creación acomodaticia de centros de votación; que la Fuerza Armada maltrate a la oposición y haga proselitismo político; que para colmo se postulen candidaturas de militares activos (Trujillo); entrega de viviendas por candidatos como lo hacen en Zulia, Carabobo y Nueva Esparta; la actuación de los malandros motorizados.
Al olvido pasa que en 2.334 mesas Capriles haya obtenido entre 0 y 20 votos.
Vergonzosa demostración dio la cortesana mayoría del organismo electorero con la migración. Es ilegal cambio de centros de votación de 108 adeptos al oficialismo, liderados por 6 candidatos y el vicepresidente canciller Nicolás Maduro.
Voz solitaria en el desierto electoral es la del reconocido rector independiente Vicente Díaz, quien denunció la decisión irregular: “siento vergüenza por no haber podido hacer más para equilibrarla”.
Ante ese espeluznante escenario se juega al triunfo del régimen en entidades como Monagas, donde la ratificada candidata Soraya Hernández, inició campaña arremetiendo contra el gobernador José Gregorio Briceño. Coincide con el oficialismo que quiere inhabilitarlo, por su pase a oposición (Cuídate Henri Falcón, Lara).
“Más que nunca tenemos que votar para vencer semejante burla” – dice Capriles. Evitar suicidio político con abstención es consigna
Aceptar las sucias reglas es avalar la anunciada corrupción electoral que permitirá deseos del reelegido: ganar con más de 20 puntos gobernaciones de los futuros estados comunales.
Nota al margen: La tv opositora se empeña en anteceder “denominados”, “llamados” a presos políticos. Pareciera que sustituyen a presuntos. ¿Hará igual con los asilados?
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