Familias del sector El Bosque, conocido también como El Bosque del Banco Obrero, en el municipio Simón Planas, se lamentan de la falta de viviendas. Desde hace un año, cuando invadieron un terreno ubicado en la entrada de Sarare, pensaron que recibirían las atenciones de la autoridad local.
Sin embargo, los meses siguieron pasando y cuando está por finalizar el 2012, se preguntan ¿nadie nos construirá las casas? Una interrogante sin respuestas por parte de la Alcaldía de la vecina localidad que está a poca distancia de la ciudad de Acarigua, estado Portuguesa.
“Nos quieren apartar del camino, pero no tenemos dónde vivir. Al lado, construyen un urbanismo del desaparecido Banco Obrero pero no estamos incluidos en él. Estamos aquí porque es lo único para ofrecer abrigo a nuestros hijos”, contó la joven habitante Egleidi Rivero, madre de dos niños: de dos y seis años.
“Se meten a los ranchitos”
Otro de los testimonios que manifiestan claramente las necesidades de estas 21 familias carentes de viviendas, es el de Ramona Antonia Pérez, una señora de la tercera edad que vive junto a su esposo, en un pequeño rancho de zinc al cual, de modo reciente, le colocaron una puerta.
“En lugar de la puerta, teníamos una cortina pero como se metieron a los ranchitos los ladrones, hicimos un esfuerzo por sustituirla. Las autoridades nos tienen engañados: ofrecen servicios públicos y casas pero no ponen a andar ningún proyecto”, sostuvo la humilde dama.
Los vecinos explican que, antes que cualquier cosa, hace falta las cloacas y drenajes, debido al peligro que representan los pozos sépticos para los niños y adultos mayores. Al la vez, mencionaron las dificultades que atraviesan cuando llueve debido a las inundaciones ocurridas en los domicilios hechos de latas, madera y materiales de desechos. Se sienten indefensos y no dejan de soñar con un futuro mejor. Esperan que, al menos, la campaña electoral para la elección de gobernadores y alcaldes, los beneficie y, más temprano que tarde, construyan un conjunto residencial para ellos.
Las últimas precipitaciones, hicieron “lagunas” en las calles y desde entonces la proliferación de zancudos afecta a la salud de grandes y pequeños. En este sentido, solicitan a la Dirección de Salud de Lara una jornada de fumigación y revisión médica, al menos, para la población infantil.
Sin mayores avances
Por otra parte, las personas del pueblo de Sarare critican la construcción del urbanismo del Banco Obrero, aparentemente paralizada por la ausencia de obreros en el lugar. En algunos casos, apenas tienen las bases de las viviendas, mientras que otras necesitan el techo.
Piden celeridad en la culminación de los inmuebles a fin de ofrecer solución habitacional a un número de familias, castigadas por los altos arrendamientos de casas particulares o cansados de incomodar en hogares de parentela o amigos.
Fotos: Elías Rodríguez
