José Rafael Mendoza (40) desde hace año tenía unas tierritas en el caserío El Degredo, del municipio Andrés Eloy Blanco, a unos metros de su casa en donde sembraba café. Él mismo recogía los granos y los preparaba para la venta.
Hasta las 9:30 de la noche del miércoles estuvo en casa de sus padres y se fue para sus tierras porque le tocaba recoger el café al otro día. Bien temprano comenzó la faena de Mendoza quien se preparó para hacer lo suyo: llenó de agua un tanque de aproximadamente 80 centímetros de altura y allí comenzó a lavar el grano.
A las 7:30 de la mañana el hijastro de Mendoza pasó por las tierras y le entregó la comida. Media hora después Ángela del Carmen Aguilar, esposa del fallecido, fue a buscarlo y lo encontró en el tanque. Se había ahogado.
La víctima sufría de ataques de epilepsia y si bien tenía un tratamiento, había ocasiones que no surtían efecto, por lo cual se cree que ayer en la mañana, como no hubo quien lo auxiliara, cayó al tanque, relató Norelis Mendoza, hermana del fallecido. Sin embargo el cuerpo del caficultor fue sacado del estanque y llevado hasta un centro asistencial, pero no había nada que hacer.
Familiares del trabajador del campo comentaron que durante el mes pasado le dieron como tres ataques e incluso hace 15 días le dio uno que lo tumbó en el estanque y fue su hija quien lo consiguió y lo salvó.
Con la muerte del caficultor quedan dos hijos huérfanos.
Fotos: Ángel Zambrano
